Ciudad de México. Más de 200 cuerpos enterrados, sin carpeta de investigación y encontrados en fosas ocultas en Morelos en 2016 son el eje del documental Volverte a ver, donde madres y familiares de desaparecidos claman justicia y suman esfuerzos en una lucha incesante para que aparezcan sus seres queridos.
El largometraje, dirigido por Carolina Corral Paredes, que estará disponible del 15 al 31 de mayo de manera gratuita en la plataforma de Cinépolis Klic ®, inaugura la nueva campaña de Ambulante titulada Rastros y luces: historias contra la desaparición.
En la cinta Lina, Angy y Edith, familiares de desaparecidos, se entrenan como peritos forenses para participar en la exhumación de más de 200 cuerpos que la Fiscalía General del Estado de Morelos enterró en secreto, sin investigar qué les pasó ni quiénes eran.
El audiovisual acompaña la labor de esas mujeres en el proceso de exhumación, cuya supervisión revela una realidad escalofriante: “¿qué esconde un gobierno que, sin investigar, entierra a esas personas en fosas ocultas?”
Corral Paredes señaló a este diario que “la idea sobre el documental surgió cuando me enteré que estaban desenterrando cuerpos muy cerca del lugar donde vivo; eso me generó un impacto muy grande, no sólo por lo que está sucediendo, sino porque son cadáveres que sepultó el gobierno sin avisar a las familias. Fueron 118 cuerpos en Tetelcingo y más de 85 en Jojutla, entre otros que todavía no se han investigado”.
De hecho, prosiguió la realizadora, en Jojutla “se detuvieron los trabajos, porque encima había tumbas particulares, que cedió el gobierno de Morelos a familias pobres, un poco para tapar que abajo había una fosa”.
Aunque se les regaló ese espacio, añadió Corral Paredes, “las familias ya accedieron a retirarse, pero se sienten agredidas porque les ofrecieron un espacio en un panteón y no les dijeron que abajo de ellas había una fosa”.
En el documental, ya sea con mantas, cartulinas y diversos impresos, los familiares, convertidos en peritos forenses, especialistas o investigadores, buscan sin cesar a sus seres queridos, a quienes nunca volvieron a ver, pero mantienen la esperanza de su regreso, a pesar, de que “estamos hundidos en la violencia”.
En la película la tía de uno de los desaparecidos expresa: “Es una total y vil mentira que (se diga) que no pasa nada absolutamente en la entidad; si no pasara nada, no estaríamos en Jojutla; podrán engañar a la gente que no vive en Morelos, pero no a los que estamos aquí, que vemos cada día secuestros, asesinatos y los pleitos por la distribución de la droga. Si ya fue uno de mis sobrinos, mañana será uno de mis hijos”.
Las madres y familiares saben muy bien que gracias a su labor se han identificado las carencias e inconsistencias en las investigaciones acerca de las desapariciones. “Nosotras mandamos”, aseguran. Destacan que quieren “compartir no sólo el dolor, sino el olor” de la muerte para exigir una reacción justa de las autoridades.
Lo cierto es que, se señala en el documental, “las madres de Morelos hicieron historia cuando obligaron a la fiscalía a abrir las fosas y vigilaron el proceso; por ellas sabemos que funcionarios del gobierno mexicano contribuyeron en la cadena de desapariciones de personas que generalmente se le atribuye sólo al crimen organizado”.
Al respecto, la directora puntualizó: “Ya sea por flojera, negligencia o por criminales están desapareciendo a las personas al no decirle a sus familias que ellos las tienen; que pasaron por Semefo, por la fiscalía y después terminaron en una fosa común, sin identificarlas ni abrir carpeta de investigación. Incluso las enterraron con ropa y hay algunas amarradas de pies y manos. Cómo es posible que en una fosa de gobierno haya gente en esas condiciones. Claro que están incurriendo en crímenes graves”.
Para ampliar el tema, Ambulante compartirá contenidos durante mayo que profundizan en el tema que se aborda en Volverte a ver, así como en el fenómeno de la doble desaparición o desaparición administrativa, hecho denunciado en el documental.