Los laboratorios farmacéuticos participantes en la licitación internacional para la compra de medicamentos genéricos y material de curación que deberían garantizar el abasto de este año siguen sin tener noticias sobre los fallos y asignación de los contratos de la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).
Dichos convenios deberían haber empezado a operar en mayo, como se informó hace unas semanas, “aunque sea de manera escalonada”, señalaron representantes de la industria farmacéutica.
A pesar de que ya casi transcurrió la mitad del año, los laboratorios siguen sin saber si formarán parte de los proveedores del gobierno. Esto sólo abona a la incertidumbre y a que aumenten las dificultades para garantizar la entrega oportuna de los productos, lamentaron. Tampoco hay avances en el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) sobre la contratación de las empresas de distribución (operadores logísticos).
Ayer el organismo seleccionó a un par de compañías para la entrega de los medicamentos prioritarios, lo que debió ocurrir en el primer trimestre del año. Así estaba planeado, pero la realidad es que dichas compras aún no concluyen y el Insabi está resolviendo “dónde va a recibir lo que entreguen los proveedores”. Todavía está en el aire la forma en que el organismo resolverá la distribución de la mayoría de claves, cuya asignación está pendiente.
Integrantes de la industria advirtieron que en todo el proceso de adquisición ha prevalecido “la falta de liderazgo en las autoridades de Salud y de transparencia”. Agregaron que ya debería haber concluido la licitación internacional y los proveedores seleccionados por la UNOPS deberían estar entregando los productos, luego de que desde el pasado febrero se presentaron las ofertas económicas.
Sobre las medicinas de patente o de fuente única, los ejecutivos consultados indicaron que se han asignado contratos “a cuentagotas”. En esos casos, las empresas han preferido entregar directamente sus productos a las instituciones. Parece, señalaron, que la apuesta del gobierno federal y UNOPS será la compra de bienes para los siguientes tres años, cuya organización deberá iniciar en junio a fin de que “ahora sí”, los contratos empiecen a operar en enero de 2022 y no haya nuevos retrasos.
