Zacatecas, Zac., Una grieta de 11 kilómetros de longitud, que en algunos tramos alcanza hasta dos metros de ancho y atraviesa caminos, sembradíos, potreros y ranchos del municipio de Calera, muestra el resultado de décadas de sobrexplotación de los mantos acuíferos en la región.
Campesinos y ganaderos atribuyen el hundimiento, descubierto hace aproximadamente 15 años y que continúa creciendo, a la extracción intensiva de agua del subsuelo por la Compañía Cervecera de Zacatecas, de Grupo Modelo, filial de la trasnacional AB-InBev.
Sin embargo, Fernando Morales, director de Reputación y Comunicación de Grupo Modelo, afirma que la planta de Calera, que produce 22 millones de cervezas diariamente, explota “sólo ocho de los 20 pozos autorizados” gracias a una “alta eficiencia de uso y conservación del agua”, y su gasto “equivale únicamente a entre 3 y 4 por ciento del total del acuífero”.
Después de casi nueve meses de sequía, las primeras lloviznas del año cayeron en el Altiplano zacatecano el pasado fin de semana, pero agricultores y ganaderos siguen preocupados porque la lluvia fue tan escasa que las gotas se extinguían al tocar la árida y polvorosa tierra. No hubo agua que llenara los charcos ni rodara a los arroyos, tampoco a bordos o presas.
Dirigentes y productores agropecuarios invitaron a La Jornada a visitar corrales, parcelas de temporal y de riego para ver los efectos del estiaje y la sobrexplotación del acuífero que atribuyen a la cervecera, aunque la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sostiene que 85 por ciento del total el agua que se extrae se gasta en actividades agropecuarias.
Juan Francisco Olague, presidente de la Asociación Ganadera de Calera –con 150 socios, propietarios de más de 6 mil cabezas de ganado mayor– señaló: “Nos hemos dado cuenta de que los mantos acuíferos están bajando porque a algunos ya se les han secado sus pozos”.
Los ganaderos también se quejan de que la cervecera no les vende polvillo, desecho de la molienda de granos utilizados para fabricar cerveza, para alimentar a las reses. “Grupo Modelo se lleva el polvillo a otros estados, y aquí es donde tenemos los problemas del agua y no hay forraje en el campo”.
Montado en su caballo blanco, arreando sus vacas desde un corral con nopaleras hasta el seco agostadero “para que coman algo”, el ganadero Apolinar Mejía Menchaca advierte que la falta de lluvias en Zacatecas se ha tornado crítica.
Una gran cantidad de vacas ya “está en los huesos” y los abrevaderos (estanques, bordos y represas) se están secando. Apolinar señala: “Si en un mes no llueve, vamos a tener que vender todo o ver morir a los animales. Sin no hay agua, no hay ganado”.
Parado a la orilla del charco que queda de la presa de Calera, el ganadero y agricultor Esaúl Hernández Murillo advierte que el sector está “devastado”.
También le preocupan sus parcelas: “Tengo un pequeño predio de riego que colinda con la cervecera de Grupo Modelo y la situación es muy crítica también, por el abatimiento de los mantos acuíferos. Nos está pegando muy duro. Ahí el nivel estático ha bajado mucho. Anteriormente teníamos 16 litros por segundo y ahorita no pasa de tres a cuatro. Y nosotros sí usamos el agua de manera eficiente, con sistemas de riego por goteo”.
Para Alberto de Santiago, presidente de la Asociación de Productores de Pozo de Riego Agropecuario de Zacatecas, en un recorrido por sus parcelas –ubicadas a cinco kilómetros de la planta de Grupo Modelo–, “ya se ven a cielo abierto los hundimientos por sobrexplotación de agua”.
En otro paraje cercano, en la comunidad El Coyote, la grieta mide dos metros de ancho. Desde que quedó a la vista, asegura, parcelas completas sufren hundimientos y desniveles hasta de dos metros.
“Para nosotros –remata Alberto de Santiago–, la Conagua está en contubernio con Grupo Modelo y dice que no es cierto que ellos no la desperdician (el agua), pero me gustaría que esto sea escuchado por el Presidente de la República, para que así como paró a las cerveceras en el sureste y en Mexicali, venga y pare esta de aquí.”.
Roberto Carlos Hernández, productor de ajos del ejido El Coyote, señaló: “Hemos estado trabajando aquí desde hace muchos años, y nada más llegaron ellos (los de la cervecera) y empezamos a batallar con el agua. Son ellos los principales responsables de eso.
“La cervecera consume muchísima agua y la contamina o la exporta en forma de cerveza. Los agricultores le damos vuelta al agua, sí usamos mucha, pero toda se resume al subsuelo, al manto freático, o se evapora para formar nubes y llueve. ¿Entonces quién hace más daño?”