Entre los factores de riesgo que Petróleos Mexicanos (Pemex) presenta a los inversionistas y autoridades bursátiles nacionales y extranjeros están su abultado monto de deuda, el pesado régimen fiscal, la baja en las calificaciones crediticias, así como la interrupción, modificación o remplazo de la Libor (tasa de oferta interbancaria de Londres) u otras que podría afectar el negocio de la petrolera.
En su informe financiero al primer trimestre del año, advierte que el nivel de endeudamiento de Pemex podría incrementarse en el corto o mediano plazos, por nuevas actividades de financiamiento o la depreciación del peso en comparación con el dólar.
Los datos financieros revelan que 31.6 por ciento de la deuda vigente de Pemex por 114 mil millones de dólares, es decir, 36 mil millones, tiene vencimientos en los siguientes tres años, incluyendo 19 mil 600 millones de dólares con término en 2021.
Adicionalmente, para cumplir con las obligaciones de pago de su deuda y obtener recursos para sus inversiones, Pemex podría seguir recurriendo a una combinación de flujos de efectivo provenientes de sus operaciones, disposiciones de líneas de crédito o endeudamiento adicional, incluyendo refinanciamiento de la deuda.
“Pemex tiene una deuda considerable, contraída principalmente para financiera los gastos de inversión necesarios para llevar a cabo sus proyectos.”
Sin embargo, “debido a su fuerte carga fiscal, el flujo de efectivo derivado de las operaciones de Pemex en años recientes no ha sido suficiente para fondear sus gastos de inversión, por lo que su endeudamiento se ha incrementado significativamente y su capital de trabajo ha disminuido”.
Pemex tenía al cierre del primer trimestre del año un capital de trabajo negativo, entendido como los recursos que requiere para operar de forma normal y continua, de 22 mil 600 millones de dólares.
En lo que resta de la actual administración Pemex deberá erogar para el pago de deuda alrededor de 40 mil millones de dólares de una deuda total de la petrolera de 114 mil millones.
Por otro lado, el informe señala que las bajas calificaciones crediticias podrían afectar negativamente a los mercados financieros y el costo de la captación de recursos.
Afirma que cualquier baja adicional en la calificación crediticia podría afectar negativamente los precios de los títulos de deuda de Pemex y reducir el grupo potencial de inversionistas y fuentes de financiamiento, entre otras consecuencias.
Otro factor de riesgo identificado por Pemex es la interrupción, modificación o remplazo de la tasa de interés interbancaria Libor u otras de interés de referencia.
Al 31 de marzo de 2021, Pemex tenía aproximadamente 8 mil millones de dólares de deuda a tasa variable ligado a la tasa Libor u otras de referencia. En julio de 2017 la autoridad que regula la Libor anunció su intención de eliminar gradualmente su uso a fines de 2021, por lo que estos acontecimientos pueden aumentar el costo del endeudamiento en tasa variable y pueden afectar los resultados operativos y financieros de la petrolera.