Madrid y Washington. La caída de restos del cohete chino que lanzó el núcleo de su futura estación espacial, consumada sin daños el domingo sobre el Índico, ha enconado el debate en torno a los desechos espaciales.
El administrador de la NASA, el senador Bill Nelson, afirmó en una declaración al respecto que “está claro que China no está cumpliendo con los estándares responsables respecto de sus desechos espaciales”, horas antes de la caída en la Tierra de restos del cohete y tras días de acusaciones de que el proceso estaba fuera de control y sin transparencia informativa.
“Las naciones con viajes espaciales deben minimizar los riesgos para las personas y los bienes en la Tierra al retorno de objetos y maximizar la transparencia respecto de esas operaciones”, declaró Nelson.
Para el administrador de la NASA, “es fundamental que China y todas las naciones y entidades comerciales con viajes espaciales actúen de manera responsable y transparente para garantizar la seguridad, estabilidad y sostenibilidad a largo plazo de las actividades en el espacio exterior”.
En respuesta, el periódico Global Times –propiedad del órgano oficial del Partido Comunista Chino, Diario del Pueblo– publicó un editorial ayer, en el que afirma que el reingreso en la atmósfera “es una forma común de lidiar con los escombros de los cohetes, practicada por todas las potencias, incluido Estados Unidos”, que el episodio de su último Larga Marcha 5 ha sido objeto de una “exageración descarada”, y que todo procede de “personas celosas del rápido progreso de China en la tecnología espacial”.
El editorial resalta que “no hay evidencia que demuestre que los puntos de aterrizaje de los restos de cohetes estadunidenses sean más controlables en comparación con los de China”.
Factores incontrolables
A menos que un cohete se recicle por completo después de su lanzamiento, siempre habrá algunos factores incontrolables, agregó Global Times, que recuerda que durante los casi 60 años de actividades espaciales, la caída calculada de restos de cohetes no ha causado víctimas hasta ahora. “Además, los riesgos de caída de escombros de las naves son los mismos, sin importar de quién sea el cohete. Es antintelectual afirmar que los restos de artefactos de China son especialmente peligrosos”, sostuvo.
Los escombros del Larga Marcha-5B Y2 de China volvieron a entrar en la atmósfera de la Tierra a las 2:24 UTC del 9 de mayo y la mayoría de las partes se quemaron durante el proceso, destacó la Agencia Espacial Tripulada de China. La ubicación fue 72.47 grados de longitud este y 2.65 grados de latitud norte, lo que indica algún lugar en el Mar Arábigo al oeste de las islas Maldivas.
Por otra parte, la NASA y Axion Space firmaron un acuerdo para lanzar la primera misión de astronautas del sector privado a la Estación Espacial Internacional (EEI) a principios del próximo año, señalaron este lunes funcionarios de ambas organizaciones.
“Es un viaje extraordinario, que dará lugar a un lanzamiento no antes de enero de 2022”, expresó el presidente y director ejecutivo de Axion Space, Michael Suffredini, en una conferencia de prensa vía podcast.
La NASA informó que el vuelo espacial, designado como Axiom Mission 1, se lanzará desde el Centro Espacial Kennedy en Florida (sureste) y que la tripulación pasará ocho días a bordo del laboratorio en órbita.
“Estamos emocionados de ver que más personas tienen acceso a vuelos espaciales a través de esta primera misión privada de astronautas al laboratorio espacial”, afirmó Kathy Lueders, administradora asociada de exploración humana y operaciones en la sede de la agencia de Estados Unidos.
Axiom adquirirá servicios para la misión de la agencia espacial estadunidense, como suministros para la tripulación, entrega de carga al espacio, almacenamiento y otros recursos en órbita de uso diario.
La agencia estadunidense comprará a Axiom la capacidad de devolver muestras científicas que deben mantenerse frías en tránsito de regreso a la Tierra, señaló la NASA.
El núcleo del cohete chino fuera de control atrae la atención sobre cómo pueden las agencias desechar naves espaciales no deseadas usando el “Punto Nemo” de la Tierra. Vía Graphic News.