En una protesta que se realizó en el área de torniquetes de la estación Zapata del Metro, en dirección a Indios Verdes, para exigir justicia por las víctimas del desplome de una trabe en la estación Olivos de la línea 12, así como castigo a quienes intervinieron en su construcción, un grupo de personas, algunas con mantas con las siglas EZLN, agredió a usuarios y a integrantes de los medios de comunicación.
Los manifestantes pedían también que el servicio del Metro sea gratuito y denunciaron la precarización de los trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo. Asimismo, se solidarizaron con el pueblo de Colombia y con la comunidad otomí que demanda vivienda en la capital del país.
En una de sus pancartas se leían los nombres “Marcelo, Mancera, Calderón, Florencia” y las marcas empresariales “Carso, Alston (sic), ICA”.
Un grupo de manifestantes persiguió y acosó a un usuario hasta los andenes de la estación, a quien cuestionaron de manera violenta.
Los representantes de la prensa, que los siguieron en todo momento, al preguntar a uno de los quejosos por qué perseguían al usuario, contestó: “Porque nos dijo que lo que estamos haciendo está mal. Lo queríamos encarar, decirle que abra los ojos. La gente está dormida”.
De regreso al área de torniquetes, esta misma persona increpó a los reporteros y empezó a tomarles fotos. Junto con otros manifestantes los empujaron hasta los torniquetes, por lo que personal de vigilancia de la estación pidió a los informadores abandonar el área, por seguridad.
Los manifestantes continuaron con sus arengas: “¡Viva el Ejército Zapatista!”, gritaba una adulta mayor que se identificó como Fili Fernández. En una breve entrevista, dijo: “Estamos pidiendo justicia y que se mejore el Metro”, alcanzó a decir poco antes de que un hombre la interrumpiera de manera abrupta.
Tras estos hechos, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, informó que se trabaja en un protocolo para garantizar la seguridad de los usuarios del Metro ante eventuales protestas dentro de dicho sistema de transporte.
“Una cosa es el derecho a la manifestación y otra son las agresiones a los usuarios”, expresó Sheinbaum Pardo. Señaló que se debe garantizar el derecho a protestar, pero también la operación del servicio.