Las secuelas de Covid-19 como trastornos respiratorios, dificultad para hablar fuerte, ronquera y problemas para deglutir los alimentos deben ser atendidas por un médico, afirmó Carmen Rojas Sosa, coordinadora de Programas Médicos de la División de Unidades de Rehabilitación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
También hay ejercicios que se pueden realizar en casa y están disponibles en las cuentas del organismo en redes sociales, como una opción para los pacientes mientras acuden con el especialista en Rehabilitación o Foniatría, comentó Óscar Jiménez Chávez, fonoaudiólogo de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Centro.
Dijo que, si bien el tiempo para lograr la recuperación de la salud y las funciones es variable, pueden transcurrir meses y hasta un año para que un paciente mejore. Esto depende de la severidad de la enfermedad respiratoria causada por el coronavirus, explicó.
Los ejercicios ante trastornos de la voz o deglución que se pueden realizar en casa están disponibles en la dirección de Internet: https://www.facebook.com/IMSSmx/ videos/802869847317856, a partir del minuto 30 con 25 segundos.
Los especialistas también comentaron que las afectaciones mencionadas se presentan en individuos que, por las complicaciones graves de la infección, requirieron de intubación y es posible que se manifiesten en quienes hayan tenido cuadros menos severos. Respecto de los primeros, Rojas Sosa señaló que otras complicaciones relacionadas con la intubación orotraqueal son parálisis de cuerdas vocales, infecciones en la garganta y formación de lesiones tumorales por la presencia del tubo, como los granulomas.
Indicó que ante la presencia de éstos y otros síntomas, lo recomendable es acudir con el médico, quien realizará un diagnóstico preciso con apoyo de estudios de imagen para observar el estado que tiene la vía respiratoria (laringofaringoscopía o nasolaringofibroscopía).
Resaltó que cuando el paciente no fue intubado, los problemas de la voz y deglución no se presentan como una secuela de Covid-19; sin embargo, pueden surgir por un daño a los nervios que coordinan el movimiento de la laringe. Entonces, si un paciente respira o habla mientras come, el alimento podría ir hacia la laringe y sufrir una sensación de ahogamiento y tos, o cuando llega hasta el pulmón de manera repetida, puede desarrollar neumonía.