Bogotá. La reunión entre el Comité Nacional del Paro (CNP) y el presidente de Colombia, Iván Duque, para avanzar en negociaciones con el que se buscaba dar fin a las movilizaciones y bloqueo de carreteras que el país vive desde hace 12 días concluyó sin acuerdo alguno, al tiempo que continuaron las protestas en varias ciudades del país.
Durante casi cuatro horas, la organización que reúne a sindicatos, movimientos sociales y universitarios habló con Duque en la sede de gobierno, sin acordar una salida a la crisis que deja 12 días de protestas con un reporte oficial de 27 fallecidos y centenares de heridos.
Sin embargo, las ONG Temblores e Indepaz dan cuenta de 47 víctimas mortales, "39 de ellas por violencia policial".
"No hubo empatía del gobierno con las razones, con las peticiones que nos han llevado a este paro nacional", dijo a periodistas el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, (CUT), Francisco Maltés.
Las manifestaciones, que completaron su décimo tercer día, fueron convocadas inicialmente para rechazar un plan de reforma fiscal. Pero cuando el gobierno retiró la polémica iniiativa hace poco más de una semana, los movimientos sociales mantuvieron las protestas y exigieron acciones contra la violencia policial, la histórica desigualdad social con una renta básica para las familias más pobres y mejoras a la salud y la educación, el retiro del proyecto de ley de salud y una vacunación masiva, cumplir el acuerdo de paz con la ex guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y desmantelar las organizaciones criminales y paramilitares. entre otras reividicaciones.
Diógenes Orejuela, del Comité Nacional de Paro y secretario general de la CUT, dijo que "fue una reunión fallida, una reunión que no produjo nada", y acusó al gobierno de esquivar la palabra negociación.
La representante estudiantil, Jennifer Pedraza, aseguró que el gobierno mantuvo una posición similar a la de 2019, cuando eludió una negociación de fondo. "El discurso del presidente Iván Duque fue complaciente con los usos excesivos de la fuerza pública sobre las manifestaciones y sobre la base de eso es imposible tramitar cualquier tipo de reivindicación", declaró a periodistas la dirigente estudiantil.
El alto comisionado para la paz, Miguel Ceballos, aseveró que el gobierno rechaza la violencia y que habrá cero tolerancia con los miembros de la fuerza pública que violen la Constitución y la ley.
Resaltó que el encuentro se agendó para para buscar una salida a las protestas y cierres de vías que se dan en el país desde el pasado 28 de abril, y por lo mismo se trató de una reunión exploratoria.
"No esperábamos una respuesta porque no era el espíritu de esa reunión hacer una declaración conjunta y presentar al país un acuerdo", dijo a la prensa Miguel Ceballos. Agregó: "Sí era el espíritu y lo sigue siendo (…) construir un espacio respetuoso y productivo de acuerdo".
El ministro del Interior, Daniel Palacios recalcó que el pliego de peticiones pasó de ocho puntos a 108, lo que aleja las posibillidades de un acuerdo.
En tanto, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) manifestaron su preocupación por el ataque a tiros ayer a indígenas que participan en una marcha conocida como Minga, y se dirigían a Cali en apoyo a las movilizaciones.
El domingo, habitantes de un barrio del sur de Cali se enfrentaron con los indígenas luego de que intentaron quitar las barricadas que los mantiene encerrados en sus calles desde que comenzó la protesta, lo que derivó en fuertes enfrentamientos, en los cuales algunos de esos habitantes sacaron armas y dispararon contra los participates en la Minga, de los cuales hay nueve heridos, denunció el Consejo Regional Indígena del Cauca; la policía metropolitana de Cali reportó que cuatro personas resultaron heridas por los manifestantes.
Durante los disturbios varios vehículos fueron incendiados y algunas viviendas resultaron averiadas.
Los indígenas señalan a esos residentes de haber actuado "como paramilitares" y de ser partidarios del uribismo, movimiento liderado por el ex presidente Álvaro Uribe, que rechaza las manifestaciones y bloqueos así como los acuerdos de paz con las FARC.
Pese a que el mandatario se había negado a viajar a Cali, el epicentro de las protestas, lo hizo antenoche después de los reclamos de las autoridades locales y de congresistas de su propio partido, el derechista Centro Democrático, tras los enfrentamientos del domingo.
El gobierno asevera que los bloqueos mantienen a Cali, al igual que a otras ciudades del país de 50 millones de habitantes, con desabastecimiento de alimentos y combustibles.
Nuevas manifestaciones se realizaron ayer en en rechazo al gobierno de Duque en varias ciudades del aís. En Cali hubo nuevos enfrentamientos entre manifestantes y la policía en el sector de El Ancla al oeste de la capital del departamento Valle del Cauca, cuando los uniformados se presentaron para retirar barricadas y retirar los bloqueos, informó Noticias Caracol.