El pésimo torneo que protagonizó Tigres en el Guardianes 2021 le dio la razón a la directiva felina en su decisión de prescindir del técnico Ricardo Tuca Ferretti. Para la historia queda su década exitosa con la conquista de cinco títulos de liga. En momentos cumbre, con la afición aclamándolo, hasta se habló de colectar llaves para construir una estatua en la capital regia con la efigie del nacido en Río de Janeiro, proyecto que él, sensatamente, rechazó tajante.
Se acaba una era romántica de afecto e identidad por una casaca en el balompié mexicano. En los jugadores quedó extinta desde hace tiempo con traspasos por doquier al mejor postor. El Tuca Ferretti era el último sobreviviente en cuanto a técnicos, 11 años en un mismo club es toda una vida en los tiempos actuales. Quizás se imaginó emulando a Alex Ferguson y sus 27 abriles en el Manchester United, pero inesperadamente todo se esfumó.
Ferretti no se va por la puerta de atrás, simplemente sale dejando las vitrinas del club regio con más trofeos. En marcha está la restructuración de uno de los clubes más adinerados de la Liga Mx, a cargo de los Mauricio, Culebro y Doehner. El proyecto huele a que en un futuro, no muy lejano, André Pierre Gignac estará en el banquillo y otro galo, Florian Thouvin –quien se embolsará más de 5 millones de dólares al año– se encargará de mecer las redes, quién sabe si con el mismo carisma de André.
¿Tuca Inactivo? Sólo muerto. Le gusta el ajetreo y la vitalidad hasta en los ancianos. Alguna vez en el trayecto de la cancha dos al estadio de CU platicaba acerca de sus películas favoritas del viejo cine mexicano, confesó que le arroba el personaje de Sara García colérica, enérgica y blandiendo el bastón de forma amenazante. Ferretti, de 67 años, en las últimas horas, aclaró: “nada de retiro”, es más, subrayó que su gran experiencia vale mucho y vive la pasión del futbol como el primer día.
Pregonó que se va tranquilo; sin embargo, no desperdició el micrófono tras la derrota frente al Atlas y sacó una vez más a relucir un reproche que le roba la paz, reiteró que había una promesa verbal que la renovada directiva incumplió. Se permitió un paréntesis de nostalgia para agradecer los años felices bajo el mando del fallecido empresario Lorenzo Zambrano, de Miguel Ángel Garza y del ingeniero Alejandro Rodríguez. Se cerró el ciclo.
Grupo Orlegi está abocado a colectar 70 millones de pesos correspondientes a la multa del Atlas por haber terminado penúltimo en la tabla de cocientes, y en el partido ante Tigres el estadio Jalisco parecía auto de Fórmula 1 atiborrado de anuncios. Hasta tres filas de publicidad estática había en el inmueble estorbando para el calentamiento de jugadores, para el cobro de tiros de esquina. Una exageración que pone en riesgo la integridad de los futbolistas.
La reapertura del estadio Azteca se presenta en inmejorable momento: en la liguilla, cuando se despeja en buena medida el tedio del torneo regular y cuando Cruz Azul, superlíder, amenaza con dejar atrás más de dos décadas de sequía. Tiene alborozada a su afición, que espera acompañarlo en la conquista. En tanto, el América, con menos brillo y algunas dudas, es, como siempre, un potencial candidato.
La repesca quizás sea un éxito econó-mico para las televisoras, pero ha dejado mucho que desear en cuanto a calidad, resultó más de lo mismo. Tigres mantuvo su bajo perfil, Querétaro entró de rebote, gracias a la derrota de Pumas y salió desplumado del estadio de Torreón… Y ni se diga la Liga de Expansión, Morelia y Tepatitlán están en la final, pelearán por unos cuantos pesos como solda-dos mercenarios.
Este lunes se definirá a los equipos semifinalistas de la Liga Mx Femenil, donde Tigres, Monterrey, Chivas y Atlas sacaron ventaja en la ida de cuartos de final sobre América, Pumas, Toluca y Pachuca, respectivamente. El panorama se tornó en una lucha entre tapatías y regias, lo que evidencia el descuido de los equipos capitalinos, no están invirtiendo lo suficiente ni en adquisición de jugadoras experimentadas ni en fuerzas básicas.