Para la promotora cultural Daniela Valdez García, “los artesanos mexicanos no tienen oportunidad de promover sus productos por Internet. El gobierno tiene programas de apoyo que no les ayudan de mucho; no los hacen ver el panorama que hay fuera de sus comunidades”.
En charla con La Jornada, la también estudiante de odontología reflexiona respecto de la venta de ropa con bordados característicos de regiones del país por marcas extranjeras.
Originaria de Irapuato y mediante su cuenta de Twitter e Instagram, la joven comparte con sus seguidores hilos con los nombres y contactos de artesanos mexicanos que venden textiles por Internet, así como imágenes de su trabajo, para promover la compra directa.
“Desde los 14 años inicié con la promoción de textiles, primero con rebozos, luego con trajes autóctonos y ahora de la indumentaria tradicional. Cuando uso un traje típico todo mundo quiere tomarme fotos, pero cuando visto indumentaria indígena recibo puro odio.
“Mi familia y yo viajamos mucho a comunidades indígenas del país; cuando veía a los nativos con su indumentaria me preguntaba: ‘¿por qué en la ciudad no se usan esos vestidos?’
“Un día fui a un tianguis y vendían ropa de segunda mano, compré un vestido purépecha y pensé en usarlo. Ya vestida, fui a Bernal, Querétaro, y las personas me trataron horrible; es como si fueras una persona distinta cuando te pones esos vestidos. Desde esa ocasión decidí usarlos siempre; pienso que esa es una de las razones por las que en los pueblos dejan de usar su ropa típica: fuera de su comunidad los tratan horrible sólo por su indumentaria”, explica Daniela Valdez.
Más visibilidad
Se han realizado acciones para ayudar a los artesanos, como hizo el gobierno de Oaxaca mediante el Instituto de Artesanías y la empresa Amazon, para comercializar diseños de mujeres indígenas de todos los pueblos de esa entidad.
“Cuando conozco a un artesano le comento que en redes sociales hay muchas personas que buscan comprar la ropa. Al principio se sorprenden al saber eso. La mayoría exporta sus vestidos; en el mercado nacional son muy pocos lo que las demandan. Ahora procuro tener sesiones virtuales con los artesanos para que me compartan su trabajo y hacerles publicidad”, explica Valdez García.
Es evidente que con las redes sociales esos vestidos y artesanías llegan a muchas personas; además, se distingue un aumento en el uso de indumentaria indígena en los jóvenes.
“Tenemos la falsa idea de que para conseguir un vestido necesitamos ir a la región donde los hacen o comprarlo con un intermediario. Las personas están cambiando su forma de pensar debido a que los artesanos tiene más visibilidad en redes sociales y hay más jóvenes que empiezan a usar sus prendas”, concluye.
En la cuenta @luzvaldezmx, de Instagram, y en Twitter @luzvaldezg se puede contactar a los artesanos y ver su trabajo.