Oporto. La Unión Europea reviró ayer la propuesta de Estados Unidos de liberar las patentes de vacunas anti-Covid al pedir hacer “propuestas concretas” y poner fin a la prohibición de la exportación de vacunas y sus componentes.
El anuncio sorpresivo de apoyo de la administración de Joe Biden a la liberación de patentes a fin de acelerar la producción y distribución de inmunizantes a los países pobres sacudió la agenda de los europeos, reunidos en cumbre de dos días en esta ciudad portuguesa.
Los 27 se mostraron, en su mayoría, escépticos hacia la propuesta, en la que ven una acción mediática de la nueva administración estadunidense. En respuesta reivindicaron ampliamente la política más generosa en materia de exportación de vacunas y pidieron a Washington seguir ese camino.
Los europeos consideran que la producción y la exportación de vacunas en las fábricas existentes es el mejor medio para responder rápidamente a la demanda mundial. Subrayaron que la UE es la “única región democrática” que exporta tantas vacunas, mientras británicos y estadunidenses eligieron reservar su producción a su propia población.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, explicó que las vacunas sobrantes podrían ser obsequiadas o revendidas a otros países.
Preocupación por China y Rusia
El gobierno de Biden, por otra parte, examina formas de garantizar que una exención de las patentes de la vacuna anti-Covid no entregue tecnología biofarmacéutica estadunidense sensible a China y Rusia, en respuesta a una serie de preocupaciones, dijeron funcionarios estadunidenses y de la industria.
Muchas compañías y ahora algunos funcionarios estadunidenses temen que la medida permitiría a China y Rusia saltarse años de investigación y erosionar la ventaja estadunidense en productos biofarmacéuticos.
Las compañías farmacéuticas occidentales, muchas de las cuales han recibido apoyo gubernamental para desarrollar los biológicos, se oponen firmemente a la transferencia de propiedad intelectual para fabricarlas. Dicen que los países más pobres tardarán en establecer la capacidad de fabricación y competirán por los escasos suministros, lo que afectará la producción.