En el video introductorio del homenaje virtual organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Azcapotzalco, se observa a Enrique González Rojo Arthur (1928-2021), fallecido el pasado 5 de marzo, leyendo tres poemas de su autoría. En la segunda y última jornada de La finitud del infinito, varios de sus ex alumnos dieron voz a los versos del maestro.
Un momento emotivo del acto consistió en la participación de tres nietos del homenajeado. Por un lado, el músico y compositor Julián González Frank presentó tres movimientos de Primera fantasía para cuarteto de guitarras, obra que estrenó en el funeral de su abuelo. El video se ilustró con fotografías familiares.
Finalizó con la dedicatoria: “Abuelo: todos somos las venas de su fuente y el brillo de tus ojos. Tu lucha no es ni será jamás en vano… tus armas, la poesía, la música y la libertad, son la fuerza que algún día cegará las tiranías, cobijará a los olvidados y empuñarán los valientes”.
Por otro lado, las actrices Lúa González Frank y Cecilia de León se refirieron a su proyecto teatral María Lisístrata, adaptación de la novelema Lisístrata (2014), del poeta.
Saúl Jerónimo Romero, jefe del Departamento de Humanidades, recordó que González Rojo Arthur fue fundador y catedrático de la UAM, institución que lo invistió con el honoris causa en 2016. Hombre de muchas facetas, Romero destacó la de militante político al decir que durante toda su vida el poeta “se ubicó hacia las causas populares, del lado fundamental de las grandes mayorías. Trató siempre de luchar contra el presidencialismo y las versiones más autoritarias de la época del priísmo”.
El tributo fue moderado por Myriam Rodoy. En su turno, Carmen Zenil dijo que “como poetas estamos obligados a seguir homenajeando a Enrique González Rojo Arthur, puesto que no hacerlo sería no ser congruente con lo que es la poesía que él nos enseñó”.
Don Enrique, continuó, pertenece a “esta digna generación que en los años 60 y 70 del siglo pasado enarbolaron altos ideales y paradigmas de liberación, y lucharon por ellos hasta su último aliento para hacerlos realidad. Es de los poetas y escritores que, como José Revueltas y Leopoldo Ayala, nos mostraron que el arte no basta si no va acompañado de praxis. En este punto, su práctica es indiscutible”.
Para Zenil, a esa generación de poetas “le agradecemos todo su compromiso tanto con el magisterio, la literatura, la filosofía, la militancia política y, posteriormente, con todas las acciones que hizo para promover de manera gratuita su arte”.