Antes del Día de las Madres, agrupaciones de mujeres marcharon del Monumento a la Revolución rumbo al Zócalo en solidaridad con víctimas de feminicidio que, a la fecha no han recibido justicia; sin embargo, al término de la manifestación y concentración frente a Palacio Nacional, las activistas del denominado bloque negro se confrontaron con usuarios del Metro en la estación Chabacano de la línea 9.
La presencia de las mujeres interrumpió el servicio de transporte, por lo que los pasajeros les lanzaron rechiflas y también les espetaron “pónganse a trabajar”, para luego lanzarles agua, botellas y refresco, mientras ellas regresaban los proyectiles.
Antes, las manifestantes rompieron con martillos, llaves, varillas y bats todos los vidrios colocados en la estructura del puente del transbordo de dicha estación, que cruza calzada de Tlalpan en ambos sentidos; además, destruyeron lectores de tarjetas de acceso en los torniquetes, máquinas expendedoras y para recarga, teléfonos públicos, cajas de extinguidores y realizaron pintas con aerosol.
En el Centro, en Madero, quebraron cristales de negocios, pintaron ropa y maniquíes de algunos establecimientos que no alcanzaron a cerrar sus cortinas, las luces de los semáforos, así como cristales de puestos de periódicos y bancos.