A pesar del avance en la vacunación y la desaceleración en los contagios de Covid-19 en México y en varios países, no hay certeza de que la recuperación será duradera, ya que aún se desconocen muchos aspectos del virus, preocupan sus variantes y se tienen pocas opciones terapéuticas, entre otras situaciones, coincidieron especialistas.
En la presentación de un estudio sobre la gestión de la pandemia en México, elaborado por el Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California, Patricio Santillán-Doherty, director médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), destacó lo plasmado por Jaime Sepúlveda –uno de los autores de dicho documento– respecto de que ningún país estará seguro hasta que todos lo estén.
Rolando Cordera Campos, coordinador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM, mencionó que “la recuperación que se está dando estadísticamente en el mundo y diversos países, incluyendo México, no ofrece ninguna seguridad de que será duradera, ya que existe la posibilidad de que pueda traducirse –en un futuro no lejano– en nuevas formas de organizar la economía, de crecer y distribuir los frutos. Todo esto parece estar en el aire”.
Jaime Sepúlveda, director ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Salud Global, si bien destacó que en México “está empezando a mejorar el programa de vacunación” contra el Covid-19, luego de que hasta el miércoles pasado se tenía 14.6 por ciento de personas que al menos habían recibido una dosis, mencionó que desde un principio ha habido deficiencias en el manejo de la pandemia “por falta de anticipación y fallas en la incorporación de evidencia científica e incapacidad para reconocer errores y corregir las políticas”.
Expuso que “la adherencia sostenida a una política de pruebas excesivamente restrictiva impidió la capacidad de detectar brotes, diagnosticar pacientes, controlar la transmisión y estimar adecuadamente la carga de Covid-19 en el país”. Añadió que de acuerdo con las estimaciones realizadas, México tuvo un exceso de 190 mil muertes, por todas las causas, en 2020.