Bruselas. Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) analizarán a partir de hoy una suspensión temporal de las patentes sobre las vacunas de Covid-19 en una cumbre de dos días en Oporto, Portugal, luego de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, respaldó esta medida para ayudar a que los inmunizantes estén al alcance de todos los países.
Hasta ahora la mayoría se habían mostrado reticentes a esta idea y desde Bruselas se había insistido en que para la UE la primera opción debía ser apostar por impulsar la producción y exportación de vacunas a los países pobres, dinámica que el bloque ha asumido pero que no ha sido seguida por países como Estados Unidos o Reino Unido.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo en reciente entrevista con el New York Times que no era en absoluto amiga de levantar las patentes, aunque tras el anuncio de Biden dio marcha atrás y a un día de la cumbre de líderes afirmó que la UE “está dispuesta a discutir” esta posibilidad.
Las reacciones al giro de Estados Unidos también llegaron desde Francia, donde el presidente Emmanuel Macron se declaró en favor de la suspensión temporal, pero manifestó que a corto plazo la urgencia es que otros actores sigan “a la generosa Europa” en la exportación de vacunas.
Alemania no ha rechazado discutir el tema, pero un portavoz del gobierno notificó horas antes de la cumbre europea que para Berlín es necesario mantener la protección de la propiedad intelectual de las vacunas, porque su suspensión podría acarrear “graves consecuencias” y desincentivar los esfuerzos de los laboratorios.
Luigi di Maio, canciller de Italia, sostuvo que el mundo necesita “libre acceso” a las patentes de vacunas.
Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, admitió que tomará tiempo que la UE apruebe la medida y mencionó que se necesita “reforzar la transferencia de conocimiento y tecnología, aumentar la producción global de vacunas y acelerar su distribución”.
La UE asegura haber enviado al exterior 50 por ciento de las vacunas producidas en su territorio, lo que elevaría las exportaciones a cerca de 200 millones de dosis, mientras desde distintas capitales recalcan que Estados Unidos y Reino Unido no sólo no han exportado ninguna partida, sino que han puesto trabas al comercio de algunos componentes.
La decisión final está en manos de los 164 miembros de la Organización Mundial de Comercio y se requiere que únicamente un país vote contra la propuesta para que se descarte. “Recibo calurosamente su disposición de trabajar con los proponentes de la suspensión temporal de las patentes para ayudar a combatir la pandemia”, sostuvo Ngozi Okonjo-Iweala, directora del organismo.
Marruecos, Egipto, Indonesia y Pakistán afirman tener las “capacidades de producción” si se suspenden las patentes.
El presidente de Pfizer, Albert Bourla, rechazó la propuesta de suspender las patentes. “La calidad, seguridad y eficacia de la vacuna no pueden ser garantizados por el fabricante o el inventor”, explicó, mientras la farmacéutica alemana BioNTech afirmó que las patentes no limitan la producción de las vacunas ni los percances en el suministro en el mundo.
Moderna, Johnson & Johnson y AstraZéneca no habían emitido comentarios hasta el cierre de esta edición, aunque Moderna ha amenazado desde hace tiempo con demandar a laboratorios que copien su vacuna.