Río de Janeiro. La policía irrumpió ayer en una favela de Río de Janeiro como parte de un operativo contra narcotraficantes, y por lo menos 25 personas, incluido un agente, murieron baleados, informaron las autoridades.
La oficina de prensa de la policía civil confirmó los decesos de 24 presuntos criminales en un mensaje enviado a la agencia de noticias Ap.
Según investigadores del área se trata de la incursión policial más letal en la historia de la ciudad.
Un helicóptero de la policía sobrevoló la favela Jacarezinho, donde hombres fuertemente armados huían de la policía saltando de techo en techo, de acuerdo con imágenes transmitidas por la televisión local.
Un líder comunitario relató que hubo tiroteos, helicópteros sobrevolando a ras de las casas, personas muertas en terrazas y callejuelas y cuerpos que fueron lanzados a un camión blindado de la policía.
Otra residente comentó que un hombre gravemente herido se metió a su casa en busca de refugio y hasta ahí llegó la policía para matarlo, pese a que estaba desarmado y no representaba un peligro.
Se suspendió el servicio en una línea del Metro “debido a los tiroteos”, indicó un comunicado de la compañía que lo opera. Poco antes dos pasajeros habían resultado heridos por una bala perdida que rompió el cristal de un vagón.
Jacarezinho, con 40 mil habitantes, una de las favelas más pobladas de Río de Janeiro, está controlada por el Comando Vermelho, fuerte organización criminal de Brasil.
El objetivo del operativo era investigar el reclutamiento de adolescentes para secuestrar trenes y cometer otros delitos, de acuerdo con un reporte policiaco.
Unos 50 residentes de Jacarezinho salieron a una estrecha calle ayer por la tarde para seguir a los miembros de la comisión de derechos humanos de la legislatura estatal que llegaron a realizar una inspección. Algunos exigían justicia mientras aplaudían, y otros levantaban el puño derecho.
Las autoridades señalaron que el grupo criminal tiene una “estructura tipo bélica de soldados equipados con fusiles, granadas, chalecos antibalas, pistolas, ropa camuflada y otros accesorios militares”.
El Observatorio de Seguridad Pública de la Universidad Cándido Mendes indicó que por lo menos 12 operativos de la policía en Río de Janeiro que se han realizado este año han provocado tres o más muertos.
Muchas de estas operaciones al parecer violaron un fallo emitido por el Supremo Tribunal Federal de Brasil el año pasado, el cual ordenó suspender estas acciones durante la pandemia, restringiéndolos a situaciones “absolutamente excepcionales”.
El máximo tribunal rechazó responder a la pregunta de si el operativo de ayer calificaría como una de esas situaciones de excepción.
La policía de Río de Janeiro ha matado en promedio a más de cinco personas por día durante el primer trimestre de 2021, lo que representa el comienzo de año más letal desde hace más de dos décadas, de acuerdo con el observatorio.
“Si pensamos en masacres con participación de agentes fuera de servicio, las de Vigario Geral en 1993, con 22 muertos, y la de la Baixada en 2005, con 31, se le asemejan, declaró Silvia Ramos, titular del Observatorio de Seguridad del Centro de Estudios de Ciudadanía y Seguridad de la Universidad Cándido Mendes, “aunque en operaciones legales, la de Jacarezinho batió todos los récords”, agregó.
Mientras, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva publicó en su cuenta de Twitter: “es grave que un operativo policial termine con la muerte de 25 personas. Esto no es seguridad pública. Es la ausencia de un Estado que ofrezca educación y empleo la causa de gran parte de la violencia. Los brasileños mueren sin vacuna, de hambre y de violencia. Las vidas de los brasileños importan”.