Ciudad de México. Como parte de la “limpia de corrupción” generada en el periodo neoliberal, particularmente en el sector energético, el gobierno federal deberá invertir 2 mil 500 millones de dólares sólo para rescatar la planta coquizadora de Pemex en Tula, Hidalgo, anunció el Presidente López Obrador.
“Ya resolvimos darle continuidad… estaba enredadísimo, era una maraña lo de una planta coquizadora en Tula, en la cual también había participado Odebrecht”, dijo en conferencia de prensa.
Por otro lado, reconoció el incremento en el precio del gas LP este año y la necesidad de atender el punto para que “no se caliente (la economía), es decir, que no haya inflación” y tampoco se afecte la recuperación del poder adquisitivo del salario.
Refrendó su compromiso de no aumentar el precio de los combustibles. “Lo que ya estamos haciendo con las gasolinas, el diésel y la luz va a darse también en el caso del gas”; en este último punto pidió la colaboración de los distribuidores que tienen subsidios.
El mandatario hizo un breve recuento de la “reparación del daño, en la medida de las posibilidades del gobierno” tanto en los estragos en recursos humanos como materiales de lo que calificó como “vendaval” del neoliberalismo.
El tema surgió cuando le plantearon la operación, en sexenios anteriores, de una filial de Pemex que realizaba negocios con el crudo en Estados Unidos y no reportaba ganancias al erario, por lo que remarcó su intención de limpiar a Pemex y a la CFE de corrupción y revisar todos los contratos.
Dijo que hay dos opciones para su administración: dejar que los equipos se conviertan en chatarra o terminar las plantas, como es el caso de la de Tula; los estragos por la venta de las de nitrógeno y de la construcción de plataformas para extraer petróleo y gas en el sexenio de Calderón, entre otras.
“Quedaron plantas enfrente de Coatzacoalcos sin que se concluyera todo el proceso de extracción de gas, también inversiones de mil, 2 mil millones de dólares; necesitamos 2 mil millones más para que esas obras inconclusas las podamos utilizar y no se pierda el dinero.”
La Sedena controlará todas las aduanas en la frontera con EU
Fabiola Martínez y Roberto Garduño
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó que todos los puntos de ingreso y control aduanal fronterizo estén a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional y aquellos ubicados en los puertos queden bajo la responsabilidad de la Secretaría de Marina.
En la conferencia de prensa matutina mandó un mensaje a quienes buscan la manera de evadir los controles, particularmente en el contrabando de combustibles.
Mostró gráficas respecto a la disminución de los avances registrados en marzo pasado en la captación de ingresos por venta de combustible, debido a que los contrabandistas están buscando otras vías para concretar el ilícito.
Recordó que el 2 de marzo mandos militares quedaron al frente de la administración de aduanas, en particular las de Tamaulipas (Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo), para frenar el contrabando fiscal y de inmediato las ventas de gasolina y diésel aumentaron 47.8 millones de barriles diarios, equivalente a 6.7 de las ventas totales.
Lo anterior representó aumento en los ingresos en Pemex de 2 mil 345 millones de pesos y el país recibió impuestos por 2 mil 338 millones.
“Pero terminando marzo vuelve a caerse porque tenemos información que están metiendo los autotanques por otras aduanas…le sacan la vuelta (y) vuelven otra vez a comprar gasolina y diésel de contrabando”, señaló.
Advirtió a los distribuidores que están cometiendo un ilícito y su gobierno es muy perseverante y no se va a cansar de combatir esos robos al pueblo, no sólo los que ocurren por el contrabando, sino aquellos que se dan por relaciones de complicidad y vicios arraigados en las aduanas y otras partes del gobierno.