Tokio. La capital de Japón pidió ayer al gobierno que extienda hasta el 31 de mayo su estado de emergencia destinado a frenar las infecciones por coronavirus, medida que podría generar más dudas sobre su capacidad para albergar los Juegos Olímpicos.
Japón esperaba que una emergencia “breve y poderosa” contenga una cuarta ola de infecciones cuando quedan poco menos de tres meses antes de que Tokio sea la sede de la máxima justa deportiva, cuya inauguración está prevista para el 23 de julio.
Si bien la medida, ahora vigente desde el 25 de abril hasta el martes, no ha frenado los contagios, continuarla hasta el 31 de mayo deja un margen de menos de dos meses antes de los Juegos, ya pospuesto un año por la pandemia.
“Basado en los análisis desde varios ángulos, mi pensamiento es que necesitamos una extensión del estado de emergencia”, declaró la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.
El primer ministro, Yoshihide Suga, dijo más tarde a los periodistas que el gobierno discutiría la extensión este viernes.
El estado de emergencia, el tercero de Japón desde que comenzó la epidemia, cubre las prefecturas de Tokio, Osaka, Kioto y Hyogo, y abarca casi una cuarta parte de la población del país.
Las prefecturas vecinas de Tokio de Kanagawa, Chiba y Saitama, que se encuentran bajo un estado de “cuasi-emergencia” de restricciones específicas, también quieren una extensión hasta finales de mayo. Medios locales reportaron que algunos otros se unirían a la lista.
A medida que se propagan las cepas mutantes, más personas jóvenes son víctimas del virus, lo que agrava el miedo a que la cuarta ola actual supere la tercera, que se registró en enero, indicó Koike. Instó a la gente a reducir el movimiento como una forma de limitar la propagación.
En tanto, un pedido online para la cancelación de la justa registró unas 50 mil firmas en las primeras 24 horas de su lanzamiento.
Con el título Llamado a la cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio para proteger la vida y modo de la vida de la población, la solicitud, dirigida al presidente del COI, Thomas Bach, sugiere que la justa no puede celebrarse con seguridad y que ha restado fondos a otras necesidades como el desarrollo de la campaña de vacunación contra el coronavirus.
El COI y los laboratorios Pfizer y BioNTech prometieron ayer suministrar vacunas a los deportistas según el país en el que vivan. Las primeras entregas se harán a finales de mayo en coordinación con los Comités Olímpicos de cada nación.
Bach apuntó que la distribución “es otro instrumento en la caja de herramientas de medidas que ayudarán a hacer de estos JO y Paralímpicos de Tokio 2020 un certamen seguro para todos los participantes, mostrando al mismo tiempo nuestra solidaridad con nuestro anfitrión, Japón”.
La cita veraniega recibirá unos 11 mil atletas, aunque un número considerable de ese total ya recibió al menos una dosis de las vacunas contra el Covid-19.
“Aceptando la vacuna, (los deportistas y miembros de las delegaciones) pueden enviar un mensaje potente, de que no es solo su salud personal la que está en juego, sino también la solidaridad y el bienestar de los otros”, insiste el titular del COI en un comunicado.