Huellas: el archivo como obra y proyección, exposición en la galería Hilario Galguera, se propone dar a conocer al escultor y arquitecto alemán-mexicano Mathias Goeritz (1915-1990) tras bambalinas mediante sus procesos de producción.
Las esculturas, pinturas, tintas y cuadernos incluidos pertenecen al Archivo Luz Gráfika, encargado de la curaduría. Es la primera vez que se exhiben piezas de esta colección particular al público en forma de muestra.
Para Xiuhnel Sanabria, responsable de Archivo Luz Gráfika, parte del proyecto familiar Luz Gráfika, en la mayoría de las 30 piezas que componen la exposición se ve la mano del artista: “En el mercado del arte hay muchos guajes o esculturas de madera de Goeritz; sin embargo, aquí tenemos algunas que son más sencillas, por así decirlo, piezas únicas, ya que fueron talladas por el artista; no son reproducciones”.
Hace unos siete años, los Sanabria empezaron a coleccionar obra del también historiador del arte. Según la entrevistada, Goeritz es un referente en ese Big Bang que constituyó el arte mexicano en la época que él llegó aquí (1949), periodo en que el país recibió a “tantos artistas de diferentes partes del mundo que huían de las guerras. Tanto Mathias como muchos otros artistas desarrollaron su obra con base en el territorio mexicano que fue un detonante de creación”.
Para Huellas… la curaduría se concentró en la obra documental de los proyectos que Goeritz planificó como la Ruta de la Amistad. La pieza más grande de la exposición es Signos (1950-1960), pintura en acrílico y óleo sobre tela, de tres metros de largo.
Sanabria hace hincapié en la maqueta Animal herido, hecha en madera tallada y pintura para el fraccionamiento del Pedregal de San Ángel, en que se percibe que “estaba pensada como fuente, no como la escultura que ahora vemos”. También se incluye una serie de paneles de diseño para un proyecto mobiliario que utiliza las serpientes de El eco y de la serie del Animal herido.
A Hilario Galguera, director de la galería, le gusta trabajar con artistas vivos, “tener un diálogo con ellos, producir obras y hacer proyectos en conjunto”. Sin embargo, “no puedo dejar de reconocer la valía de creadores que ya no están con nosotros. En este caso, Mathias Goeritz me parece un artista fundamental en el desarrollo de la contemporaneidad del arte mexicano, porque luchó desde hace muchos años por colocar a México en una dinámica completamente distinta, para lo que tuvo resistencias brutales”.
Lo único que traía Goeritz eran “aires nuevos”. Por fortuna, “su esencia últimamente se ha ido recuperando”. Galguera lamenta que haya desaparecido el mural que realizó el escultor inglés Henry Moore a unas cuadras de su galería, en el ahora Museo Experimental El Eco.
La galería Hilario Galguera se ubica en Francisco Pimentel 3, colonia San Rafael.