Con la primera dosis de la vacuna contra Covid-19 de Pfizer, personas con cáncer logran una protección de entre 18 y 55 por ciento. Es un nivel menor al que alcanzan individuos sanos, que es de 94 a 100 por ciento, de acuerdo con resultados preliminares de investigaciones realizadas en Francia y Reino Unido. Especialistas resaltaron que aún con una menor eficacia, lo más conveniente es que la población sana o con comorbilidades, reciba el biológico que combate una enfermedad nueva de la que todavía falta mucho por conocer.
El grupo de investigación británico advirtió la importancia de que en los programas de vacunación se dé prioridad a las personas que viven con alguna neoplasia y completar el esquema de dos dosis en 21 días sin mayor dilación, con la finalidad de favorecer la generación del mayor nivel de anticuerpos posible y que de esa manera se disminuya el riesgo de enfermedad y muerte por el nuevo coronavirus.
A más de un año del inicio de la pandemia, todavía es menor el porcentaje de personas que tienen anticuerpos –por enfermedad o por la vacuna–, que los protegerán contra la infección.
Hasta ahora, la vacuna que más se ha estudiado es la desarrollada por la farmacéutica Pfizer y sus resultados no son concluyentes, pues, entre otros, todavía falta ver lo que pasará cuando los participantes en el estudio que viven con cáncer reciban la segunda inyección del biológico.
Proyectos similares se llevan a cabo respecto de otros males y en todos los casos los resultados serán variables, de acuerdo con el padecimiento de que se trate, la etapa en que se encuentre y el impacto sobre el sistema de defensas de cada persona,comentaron especialistas consultados.
Los datos preliminares de la investigación realizada en Francia se publicaron en la revista Anales de Oncología. Se comparó el efecto de la vacuna Pfizer en pacientes con cáncer que fue de 55 por ciento, contra personal de salud entre quienes la eficacia del biológico fue de 100 por ciento.
El proyecto en Reino Unido, publicado en The Lancet, detectó que después de la aplicación de la primera inyección la eficacia fue de 94 por ciento en el grupo de personas sanas; de 38 por ciento en las que tenían un tumor sólido y 18 por ciento en quienes viven con cáncer hematológico.