Ciudad de México. La plataforma danesa Piboco (Picture Book Collective), de libros animados e interactivos para niños, llegó a Latinoamérica. Es una iniciativa que enriquece la historia del texto físico con la tecnología sin que se pierdan sus texturas, calidad y esencia, sostiene su directora de producción, Olga Álvarez.
“Intentamos ver un libro físico y pensar cómo le podemos ayudar con la tecnología. Los personajes cómo se pueden mover, qué música podemos agregar, interacciones específicas que pueden asistir a la narrativa y ciertos caminos en los que el lector se convierte en parte de la historia porque elige el camino que lleva”, dice Álvarez en entrevista.
En la actualidad, la iniciativa, que se contrata por una mensualidad, cuenta con 70 títulos y cada semana agregan uno nuevo. Están traduciendo a siete idiomas, aunque tienen disponibles cuatro en la aplicación. Para finales de año esperan tener italiano y alemán. Álvarez destaca que esto no ocurre en las editoriales físicas, donde “no se produce tan rápido y con tantos idiomas a la vez. La tecnología nos da esa facilidad”.
La directora menciona que utilizan la herramienta de creación de videojuegos Unitiy como base para desarrollar el programa en el que “hacen las animaciones y las interacciones más rápidas, para poder hacer ahí mismo los efectos de sonido, la música y agregar todo lo que utilizamos ahora en los libros”.
Pipobo celebró el Día del Niño con el taller virtual gratuito Cuéntame un monstruo pintado, encabezado por el autor de literatura infantil Juan Gedovius. Todavía se puede observar en la página Facebook de la iniciativa”
Álvarez refiere que colaboran con varias editoriales del mundo y artistas interesados en “ver sus trabajos no solamente en papel, sino digitalizados, con movimiento y lo que nosotros ofrecemos. Trabajamos con muchos libros que son hechos a mano, con mucha textura, pintados con acrílico, lápices y, obviamente, vectores. Tenemos mucho cuidado de mostrar respeto con el artista”.
La plataforma Piboco cuenta con las secciones de libros básicos, animados e interactivos, “éstos son un poco más complejos. Ahí la persona tiene que interactuar y decidir cómo sigue la historia. En los animados agregamos al original elementos que le den más vida y los básicos tienen música, sonidos para tocar y audio”.
Incluye el trabajo de autores e ilustradores como Gabriela Mistral, Paloma Valdivia, Dr. Alderete, Ana Penyas, Séverine Vidal, Yael Frankel, Kamila Slocinska, Suppa, Davide Cali y Jean Leroy.
Olga Álvarez relata que Aksel Køie, director y fundador del proyecto, ha participado en la Feria del Libro Infantil de Bolonia desde hace varios años, donde “ha conocido personas que están interesadas en cómo se está moviendo la tecnología, cómo pueden cambiar los libros de niños con estas innovaciones y en participar en esta iniciativa”, como la artista argentina Yael Frankel.
“Hoy día el tiempo de pantalla es algo inevitable para los niños: teléfonos, tablets, televisiones y computadoras. Es importante darles calidad, buenas historias, mostrarles el arte que también es posible ver a través de las pantallas. Me gusta que en Piboco podemos mostrar todos los recursos que existen”.
Álvarez menciona que “muchas de las historias que tenemos son comunes, sobre animales, la amistad, el amor y la soledad. Temas generales que se transfieren de cualquier región a otra, que no hay tan-ta diferencia”.
El equipo local de Piboco, aunado a los contenidos de la biblioteca, comparte a través de las redes sociales (@PibocoLatAm) material que complementa el uso de la plataforma con reflexiones y consejos a manera de guías de lectura.