Madrid. Si el calentamiento global pasa de 2 grados, el riesgo de que las plataformas de hielo del perímetro antártico se derritan aumentaría notablemente y su colapso desencadenaría un rápido deshielo.
Eso resultaría en al menos 0.17 centímetros de aumento promedio mundial del nivel del mar por año en 2060 y más allá, según un nuevo estudio publicado en Nature.
Eso es más rápido que la tasa promedio de aumento del nivel del mar en los pasados 120 años y, en lugares costeros vulnerables ha llevado ya a un incremento dramático en los días de inundaciones extremas.
El calentamiento global de 3 grados Celsius podría provocar la elevación catastrófica del nivel del mar debido al derretimiento de la Antártida, esto es de menos 0.5 centímetros por año en el planeta después de 2060, en promedio.
Colapso irreversible
“El colapso de la capa de hielo es irreversible durante miles de años, y si la de la Antártida se vuelve inestable, podría continuar retrocediendo durante siglos”, adviritó en un comunicado el coautor Daniel M. Gilford, asociado posdoctoral en el Laboratorio de Política y Ciencia del Sistema Terrestre de Rutgers, que participó en el estudio. “Eso es independientemente de si se emplean estrategias de mitigación de emisiones como eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera”.
El Acuerdo de París, logrado en una conferencia sobre cambio climático de Naciones Unidas, busca limitar los impactos negativos del calentamiento global. Su objetivo es mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, junto con los esfuerzos para limitar el aumento a 1.5. El compromiso es eliminar las emisiones netas de dióxido de carbono en la segunda mitad del siglo XXI.
El cambio climático provocado por la actividad humana está causando que el nivel del mar se eleve, y proyectar cómo contribuirá la Antártida a ello es un desafío. No se comprende bien cómo las capas de hielo podrían responder al calentamiento, y no sabemos cuál será la respuesta global política definitiva a la crisis del clima.