Respetar la decisión de las autoridades mexicanas en torno al plan para eliminar gradualmente el uso del glifosato y del maíz transgénico, solicitaron alrededor de 80 organizaciones sociales de Estados Unidos al secretario del Departamento de Agricultura, Tom Vilsack, y a Katherine Tai, representante de la Oficina de Comercio de ese país.
Hace unas semanas, agroindustriales estadunidenses enviaron una misiva a los mismos funcionarios en la que les pedían intervenir ante la intención del gobierno mexicano de eliminar el uso del herbicida glifosato.
Las organizaciones apuntaron que el Centro para la Diversidad Biológica obtuvo información de que, durante la administración de Donald Trump, funcionarios públicos de la Oficina del Representante de Comercio (USTR, por sus siglas en inglés), el Departamento de Agricultura y apoderados de la industria agroquímica de CropLIfe America y Bayer, que produce glifosato, formularon estrategias para urgir al gobierno mexicano a dejar sin efecto sus decisiones políticas.
Después, el USTR advirtió a la Secretaría de Economía de México que las acciones amenazaban la “fortaleza de nuestra relación bilateral”, señala la misiva.
Ahora, los firmantes de la carta urgieron a que las agencias respeten la soberanía mexicana y se abstengan de interferir en el derecho a promulgar políticas de protección particulares. Entre los firmantes hay agricultores, trabajadores, consumidores, grupos en defensa de la salud pública, de agricultura sostenible e investigadores de sistemas alimentarios.