La titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez, aseguró que México no suspenderá la aplicación de la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA por sus siglas en inglés).
Detalló que se tenía agendado realizarla en 2021, con previa fase piloto en 2020; sin embargo, debido a que las escuelas en todo el mundo cerraron por la pandemia de Covid-19, el calendario se adecuó y la evaluación se efectuará en 2022, mientras la fase piloto se desarrollará este mismo año.
Durante una gira de trabajo por Jalisco, la funcionaria remarcó que es voluntad de la dependencia a su cargo continuar con la aplicación.
En un comunicado, reconoció la importancia que tiene la evaluación para los mentores, como un diagnóstico para detectar las fortalezas y debilidades que contribuyan a un plan de trabajo con base en los resultados que se obtengan. Debido a que esta prueba exige la presencia de los alumnos en las aulas, aludió que diferentes dependencias analizan los mecanismos que permitan su realización y los costos.
Por separado, organizaciones de derechos de la infancia y de la educación exigieron que México no deje de participar en el PISA, pues el derecho a la educación implica un diagnóstico sólido y oportuno, para ajustar las intervenciones educativas en favor de los alumnos.
“La evaluación permite corregir ausencias y omisiones en la acción educativa, focalizar poblaciones, rediseñar prácticas, reasignar presupuestos y, en general, tener elementos para superar la inequidad y la exclusión; si se emplean debidamente, son un elemento crucial de la consolidación y la restitución de derechos de infancia y juventud en su proceso educativo.”
En un posicionamiento conjunto, más de 20 organizaciones, entre ellas Save the Children y la Red por los Derechos de la Infancia en México, recordaron que desde 2000 nuestro país participa en la prueba Pisa y sus resultados “han permitido identificar algunas limitaciones estructurales de nuestro sistema escolar, así como propiciar prácticas efectivas, implementadas por autoridades y por los docentes mismos de educación básica y media superior”.
Señalaron que para restituir de manera efectiva el derecho a la educación de niños y jóvenes tras la pandemia el país debe tener un diagnóstico sólido. Subrayaron, el uso productivo de los resultados de PISA en estos años “se encuentran en el diseño y ejecución de programas de la actual administración”.