Washington. La economía de Estados Unidos está mejorando, pero “aún no está fuera de peligro”, dijo ayer el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, al apuntar a un próximo estudio del banco central que documenta el desproporcionado golpe sufrido por padres menos educados y trabajadores durante la recesión provocada por el coronavirus.
Ayer mismo se conoció que la actividad manufacturera de Estados Unidos creció a un ritmo más lento en abril, limitada por la escasez de materias primas, cuando un aumento de las vacunaciones anti-Covid-19 y un enorme estímulo fiscal han liberado una demanda contenida.
“La economía reabre, lo que trae una actividad más sólida y creación de empleo”, sostuvo Powell en declaraciones preparadas para una conferencia de la National Community Reinvestment Coalition. “Esa perspectiva es de alto nivel, llamémosla vista panorámica, y desde ese punto de vista vemos una mejora. Pero también debemos dar un vistazo a lo que sucede en la calle”.
Según la Encuesta anual sobre la toma de decisiones económicas de los Hogares de la Fed, que se publicará a finales de mayo, 22 por ciento de padres, “o no trabajaban o lo hacen menos, debido a interrupciones en el cuidado de los niños o la educación presencial”, con cifras aún más altas para las madres negras e hispanas, con 36 y 30 por ciento, respectivamente.
Alrededor de 20 por ciento de las personas sin un título universitario, de 25 a 54 años (los mejores años laborales para los adultos estadunidenses) fueron despedidas en 2020, frente a 12 por ciento de las que tenían al menos una licenciatura. Un 14 por ciento de los blancos en sus mejores años laborales fueron despedidos en el último año en comparación con 20 por ciento o más de los negros e hispanos en ese grupo, dijo Powell.
Por separado, el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, dijo, no obstante, que el producto interno bruto de Estados Unidos crecería 7 por ciento en 2021, su nivel más alto desde inicios de los años 1980.
El índice del Instituto de Gerencia y Abastecimiento de actividad fabril nacional cayó a 60.7 en abril después de subir a 64.7 en marzo, que fue el nivel más alto desde diciembre de 1983. La pandemia, ahora en su segundo año, ha interrumpido gravemente las cadenas de suministro.