El Senado solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que refuerce la estrategia para prevenir y combatir los incendios forestales a través de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), debido a que en los primeros cuatro meses del año se registraron 208 incendios forestales en 20 estados del país y han afectado casi 3 mil hectáreas. De esa superficie, 98 por ciento correspondió a vegetación en los estratos herbáceo y arbustivo y el 2 por ciento a arbóreo.
Las entidades con mayor número de incendios fueron la Ciudad de México, estado de México, Michoacán, Tlaxcala, Puebla, Chihuahua, Morelos, Oaxaca, Hidalgo y Zacatecas, que representan 88 por ciento del total nacional.
En un dictamen que se aprobó en la última sesión del periodo ordinario de la 64 Legislatura celebrada el pasado 29 de abril, el Senado demandó mayor coordinación entre la Federación, entidades y municipios, así como destinar mayores recursos humanos y económicos para enfrentar estos desastres.
Se destaca en el dictamen aprobado por el pleno, que aunque los incendios forestales ocurren durante todo el año, la temporada fuerte para la región centro, norte, noreste, sur y sureste del país se presenta principalmente de enero a junio.
De igual forma, se apunta en el documento aprobado, durante las temporadas de sequía aumenta el riesgo de incendios debido a diversos factores, entre los que se encuentran la acumulación de combustible orgánico seco en bosques y selvas.
En el caso de México, se señala, de enero a mayo se realizan quemas de los terrenos para la siembra y el pastoreo de ganado, y con frecuencia el fuego pasa a las áreas forestales aledañas.
Se precisa que el país tiene dos temporadas de incendios forestales: en la zona centro, norte, noreste, sur y sureste del país, de enero a junio; y en el noroeste de mayo a septiembre; ambas coinciden con la época de mayor estiaje en la República.
En su mayoría, los incendios forestales en el país queman principalmente (70-90 por ciento) pastizales y arbustos. Los primeros se recuperan totalmente en los primeros días de la temporada de lluvias, mientras que los arbustos tardan en hacerlo desde unas semanas hasta un par de años, precisa el documento. En el caso de las zonas arboladas (aproximadamente de 10 a 30 por ciento de vegetación que se quema), tardan en recuperarse entre 15 y 50 años, según la especie y otros factores.