De 862 personas reportadas como desaparecidas entre julio de 2019 y marzo de este año en la Ciudad de México, 68 fueron localizadas sin vida, según datos de la Comisión de Búsqueda de Personas capitalina.
De las personas encontradas muertas, el organismo señala que en 11 se abrieron carpetas de investigación relacionadas con homicidio doloso, seis por feminicidios y cinco por otros delitos; sin embargo, en 44 no se tienen datos sobre el motivo o causa del deceso; mientras tres murieron a consecuencia de un accidente y una más por el consumo de sustancias, es decir, no están relacionadas con la comisión de un delito.
En el informe Regularidades y recurrencias en los fenómenos de desaparición en la Ciudad de México, elaborado por la comisión, se establece que la coincidencia entre los asesinatos y las denuncias de desaparición puede deberse a distintas razones, como que la víctima fue atacada de manera circunstancial, abandonada en el lugar de los hechos y luego trasladada a los servicios forenses, lo cual puede llevar días según la carga de trabajo de las autoridades, y es en ese intervalo en el que se puede dar la denuncia por desaparición.
También pueden darse casos en que la persona es asesinada y el victimario, de forma planificada o premeditada, intenta deshacerse del cuerpo por diferentes métodos con el propósito de eludir la responsabilidad penal y social.
El documento explica que si bien la desaparición de personas puede estar ligada a delitos como feminicidio o trata de personas, también puede estar relacionada a factores de violencia familiar, por lo que buena parte de las denuncias y reportes de desaparición de adolescentes y jóvenes son caracterizadas como ausencias voluntarias.
En estos casos, subraya la comisión, se debe tener una sensibilidad social respecto de los riesgos que pueda correr una persona y determinar cómo influye el control parental en los términos en que la persona bajo su tutela puede dejar el hogar.
La desaparición o ausencia de una persona también puede deberse a un accidente, enfermedad, extravío o desorientación, por lo que el afectado no puede comunicarse con familiares o volver a su domicilio debido a un percance, la manifestación de un padecimiento, por su edad, condición migrante o consumo de estupefacientes.
Añade que también se puede dar una ausencia deliberada u ocultamiento para evadir responsabilidades en el ámbito escolar, laboral o judicial; incluso, señala el documento, por problemas de comunicación, es decir, que tras un periodo, generalmente corto, de incomunicación, porque el teléfono celular no tiene señal o se quedó sin batería, se reporta a la persona como desaparecida.