El próximo 6 de mayo cumplimos 25 años de la creación de Servicios y Asesoría para la Paz, AC (Serapaz). Ésta instancia de la sociedad civil nace en el contexto del proceso de diálogo entre el EZLN y el gobierno federal, gracias a la inspiración de don Samuel Ruiz, obispo de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Serapaz se entiende como un actor constructor de paz con base en una dinámica liberadora, de opción por los pobres, en particular de los pueblos indígenas; entiende que lo conflictos son una expresión de las estructuras sociales que generan desigualdad, empobrecimiento, marginación e injusticia. Buscamos cambiar estas estructuras a través de la transformación positiva de los conflictos, por cauces políticos y no violentos.
Desde hace 25 años su trabajo ha sido la construcción de paz, buscando crear espacios de diálogo y mediación, fortalecer capacidades en los actores sociales en conflicto con un enfoque integral, de largo alcance, alternativo, y fundado en valores que construyan justicia, solidaridad y sean no violentos. Para ello considera necesario incidir en las condiciones generales de lucha y de transformación social.
A lo largo de este tiempo, Serapaz ha acompañado pueblos, comunidades y organizaciones indígenas en procesos de autonomía; aquellos que defienden sus territorios y recursos; los que luchan en conflictos estratégicos y de largo aliento. Ha acompañado frentes, organismos y redes civiles y sociales en conflictos; movimientos sociales en luchas emergentes; colectivas de mujeres que participan en procesos de reivindicación de sus derechos; víctimas muy diversas, y sobre todo de procesos que luchan por su dignidad, justicia y cambio social. Participa en espacios de reflexión y análisis lo mismo académicos que populares y sociales, con jóvenes, actores internacionales, sindicalistas, grupos solidarios y de cooperación.
Está conformada principalmente por jóvenes convencidos de la necesidad de grandes cambios en las relaciones injustas y en las estructuras excluyentes. Cuenta con un equipo profesional y diverso, intergeneracional, intercultural y multigénero. Fue presidida los primeros años por el propio don Samuel Ruiz y después por Miguel Álvarez. Hoy lo está por Gonzalo Ituarte op.
En búsqueda de pertinencia en la labor de paz ha transitado por diferentes etapas, iniciando con el acompañamiento a la Conai, instancia de mediación en el conflicto armado de mediados de la década de los 90; recuperando la memoria de esos años de conflictividad y diálogo; llevando a cabo abordajes en conflictividades en territorios indígenas en Chiapas y después más allá; acciones de mediación en conflictos de alta intensidad. Al iniciar el milenio la nueva coyuntura hace que la labor de Serapaz se extienda vinculando paz, conflictos sociales y derechos humanos, en acciones conjuntas con otras instancias de la sociedad civil, siendo pionera en este ámbito. También crea articulaciones diversas con movimientos sociales, plataformas de construcción de relaciones, confianzas e iniciativas para intervención en conflictos nacionales emblemáticos. En esos años creó el Observatorio de la Conflictividad en México que documenta la creciente conflictividad social en todo el país, producto, entre otras causas, de la expansión de los megaproyectos, la concreción de los planes de saqueo de la nación y de inversiones extranjeras en el campo, principalmente en territorios indígenas.
En las últimas etapas, Serapaz ha intervenido en múltiples conflictos como instancia mediadora, facilitadora o de acompañamiento, en procesos sociales de alta complejidad e intensidad. Es especialmente significativa su capacidad de ser referente ante diversos actores sociales e institucionales para convocar y contribuir a procesos de diálogo y construcción de consensos. Las experiencias acumuladas constantemente se sistematizan en informes y publicaciones que van abonando a la construcción de paz en el país y más allá. El lector interesado, podrá encontrar abundante información en su página.
Hoy, la labor de construir la paz es una urgencia más allá de instancias organizadas como Serapaz, es una tarea de todas y todos, quienes se comprometen a transformar las raíces que generan la violencia y la exclusión. El trabajo de paz hoy nos requiere, entre otras cosas, el acompañamiento y articulación de comunidades y organizaciones indígenas en la defensa de sus territorios y derechos, el fortalecimiento de las víctimas para enfrentar las violencias y violaciones, en particular en la búsqueda de sus desaparecidos, el impulso de condiciones democráticas y de justicia, el acompañamiento de procesos y movilizaciones de mujeres y de jóvenes, así como la diversificación de procesos horizontales de formación y de comunicación.
Inspirados en la práctica liberadora de don Samuel, el equipo de Serapaz, quiere, modestamente, aportar en los cambios fundamentales que la nación, el mundo y nuestra civilización requieren. En sus 25 años de caminar al lado de pueblos y comunidades indígenas y de los procesos sociales recoge la esperanza de que la paz es posible. A pesar de la obscuridad del túnel, decía don Samuel, nosotros no nos dedicamos a resaltar las tinieblas, sino la luz al final del proceso.
* Defensor de derechos humanos, integrante de Serapaz