La Habana. El artista disidente cubano Luis Manuel Otero Alcántara fue trasladado a un hospital de La Habana durante la madrugada del domingo, en el octavo día de una huelga de hambre iniciada para exigir la devolución de sus obras de las que fue despojado por agentes de seguridad.
El gobierno de Cuba acusa al artista de 33 años y al contestatario Movimiento San Isidro (MSI) al que pertenece de tratar de manipular la situación política y de estar financiados desde el exterior.
"Se recibe en el Centro de Urgencias del Hospital Universitario General Calixto García el ciudadano Luis Manuel Otero Alcántara, con un diagnóstico de inanición voluntaria referida", informó la dependencia en una nota de prensa en la que precisó que "no se constatan signos de desnutrición" y que dio negativo en la prueba de Covid-19 que se le practicó.
El artista, que según el parte llegó al hospital al amanecer y sigue en observación, se declaró en huelga de hambre el 25 de abril para reclamar que las autoridades le devuelvan sus obras, así como para pedir el fin del acoso policial en su contra y reclamar la libertad de creación artística y de expresión.
Durante su huelga de hambre, Otero había permanecido solo en su domicilio del barrio de San Isidro, en La Habana Vieja, donde durante varios días hubo una fuerte presencia policial y falta de acceso a internet.
El MSI cuestionó la situación real del artista a través de Twitter este domingo. "Si se lo llevaron a la fuerza. ¿Quién se lo llevó hasta ahí? ¿Cómo que no tiene signos de desnutrición y deshidratación si llevaba más de 7 días en #HuelgaDeHambreYsed?", se preguntó en la red social el movimiento artístico, que solicitó que Otero "salga en los medios de comunicación" para dar fe de vida.
El noticiero de la televisión estatal dijo el sábado que las acciones del MSI, un colectivo de estudiantes y universitarios, y de sus simpatizantes son nuevos intentos para desestabilizar a Cuba.
La emisión nocturna divulgó también una conversación telefónica de dos integrantes del MSI con una persona que supuestamente estaba en San Antonio, Texas, y que les aseguraba que les proporcionaría dinero para transporte y para cargar teléfonos para una manifestación que ocurrió el viernes en el barrio de San Isidro.
El mismo noticiero ha dicho que Otero Alcántara está financiado por el centro de reflexión estadounidense Instituto Nacional Demócrata.
El domingo por la mañana, la embajada de Estados Unidos en Cuba se pronunció por la protección de Otero.
"Merece ser tratado con dignidad y respeto. Hemos visto informes de que está hospitalizado y su estado es estable. Instamos a las autoridades a que protejan su bienestar en este momento difícil", dijo la representación diplomática en Twitter.
El día anterior Julie Chung, titular interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, había pedido al gobierno cubano que tomara medidas para proteger la vida de Otero.
Durante la noche del sábado, varias patrullas llegaron a la calle de Otero para instarlo a que abandonara la huelga de hambre, sin conseguirlo.
Los integrantes del MSI mantienen desde hace meses una intensa actividad en redes sociales para demandar libertad de expresión. Varios de ellos han asegurado que se les impide salir de sus domicilios y que se les veta constantemente el acceso a internet.
Dijeron que seguían presos 11 de sus 14 compañeros detenidos el viernes durante la protesta que protagonizaron decenas de personas en el barrio San Isidro, donde se atrincheraron integrantes y simpatizantes del MSI en noviembre pasado.
Aquel hecho dio lugar a una manifestación de 300 artistas e intelectuales el 27 de noviembre para pedir libertad de expresión, algo inédito en la isla.
A principios de abril Otero fue detenido por horas cuando trataba de repartir dulces a niños de su barrio como parte de un performance que tenía como tema central las envolturas de golosinas.
En su momento, narró en redes sociales que cuando era niño sus padres no podían comprar esos dulces y que él coleccionaba envolturas de golosinas que traían a Cuba los turistas, para sentir el olor a chocolate o menta que tenían.
Hace dos semanas, un grupo de policías y personas afines al gobierno entraron a su casa para detenerlo por unas horas. Antes se llevaron de las paredes una serie de carteles con envolturas de dulces realizados por él en los últimos meses.
En esas obras estaba "la inocencia de mi generación que nunca se le ha permitido soñar, volar, nunca se le ha permitido volar", dijo hace unos días en Facebook.