Caracas. Los venezolanos celebraron este viernes la beatificación de José Gregorio Hernández, conocido como el "médico de los pobres", que fue realizada en una iglesia de Caracas, en momentos que el país sudamericano afronta la pandemia del coronavirus y una larga crisis económica y social.
En junio de 2020 el papa Francisco elevó a beato, un paso antes de la santidad, a Hernández, un proceso que ahora se completa con la ceremonia que encabezó el nuncio apostólico, monseñor Aldo Giordano y los más altos representantes de la Iglesia católica de Venezuela.
Hernández, que se convierte en el cuarto beato venezolano, nació en el estado andino de Trujillo en 1864 y fue reconocido por sus obras de visitas a los enfermos en Caracas durante la gripe española, una de las últimas grandes pandemias del mundo. Murió en 1919 al ser atropellado en una zona de la capital.
Tras una causa de más de 70 años, a Hernández le fue admitida por la iglesia la salvación de una niña, Yaxury Solórzano, que en 2017 llegó un disparo en la cabeza en un intento de robo. Los médicos dijeron que si lograba salvarse quedaría con discapacidad, pero a las pocas semanas salió caminando del hospital. Su madre le pidió al doctor José Gregorio Hernández por su salvación.
La misa fue oficiada por el monseñor Aldo Giordano, quien dijo que el papa Francisco tiene ganas de visitar el país.
"Que el beato José Gregorio interceda para que el acceso a las vacunas se logre juntos, sin divisiones, sin resistencia", señaló Giordano en la liturgia. "Con la figura del beato la iglesia rinde hoy a los profesionales de la salud un homenaje de reconocimiento, gratitud y oración", afirmó.
En Venezuela se han reportado más de 193 mil casos de coronavirus y 2 mil 117 muertes, según los datos oficiales.
Giordano agregó que "el nuevo beato es capaz de unir a todos sus compatriotas por encima de sus diferencias sociales, políticas y económicas, incluso de las ideológicas y religiosas".
En el acto estuvieron miembros del alto gobierno como el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino; el canciller, Jorge Arreaza, y el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez. Yaxury Solórzano y su madre también estaban en la ceremonia y junto a un grupo de obispos acercaron una reliquia, que es un objeto sagrado donde se custodian restos humanos, a un mosaico con la imagen del médico que se develó en la iglesia La Salle, donde se realizó el rito de beatificación.
Aunque en la misa hubo poco público por medidas de bioseguridad, algunos fieles se acercaron a los alrededores de otra iglesia en el centro de Caracas donde están los restos del nuevo beato, según testigos Reuters. En un video divulgado el jueves, el papa Francisco dijo que con la beatificación esperaba una mayor solidaridad entre los venezolanos y que se dieran pasos concretos en favor de la unidad.