Nueva York. El Consejo de Seguridad de la ONU pidió el viernes en una declaración unánime la aplicación del plan de cinco puntos de la ASEAN para Myanmar, en particular un "cese inmediato de la violencia", según el texto, que fue suavizado a pedido de China y Rusia.
El plan, que también prevé el nombramiento de un emisario de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), debe ser implementado "sin demora", según la declaración impulsada por Reino Unido, antigua potencia colonial en Myanmar.
Asimismo, alienta la realización "lo antes posible" de una visita a Myanmar de la enviada de la ONU, Christine Schraner Burgener.
El texto requirió que los países occidentales del Consejo hicieran concesiones a Pekín y Moscú para lograr la aprobación por unanimidad.
"Hay que evitar perder la unidad del Consejo hasta el punto de dejarlo fuera de juego", dijo un diplomático bajo condición de anonimato, reconociendo que se cedió ante China, principal aliado de Myanmar, para mantenerlo en el consenso internacional.
Desde el golpe militar del 1 de febrero, el Consejo de Seguridad adoptó cuatro declaraciones, incluida la del viernes, todas atenuadas durante las negociaciones a pedido de Pekín.
La reunión del viernes del Consejo fue convocada por Vietnam para presentar las conclusiones de la reciente cumbre de la ASEAN en Indonesia.
Christine Schraner Burgener reiteró al Consejo de Seguridad su llamado a una posición internacional colectiva con la esperanza de influir en la evolución de la situación, dijeron diplomáticos.
La enviada de la ONU también dio cuenta de una larga entrevista al margen de la cumbre de la ASEAN con el jefe de la junta birmana, el general Min Aung Hlaing, tras la cual recibió una nueva negativa para visitar Myanmar, aunque ello no obstó para que elevara una nueva solicitud para viajar al país, dijeron las fuentes.
Durante la reunión, Brunei, que ejerce actualmente la presidencia de la ASEAN, consideró la idea de una visita conjunta a Myanmar de la enviada de la ONU con el futuro emisario de la ASEAN, según un diplomático.
"Estimamos que desde febrero unas 20 mil personas fueron desplazadas y cerca de 10 mil huyeron a países vecinos. Las implicaciones regionales requieren una acción urgente", dijo Christine Schraner Burgener según extractos de su discurso obtenidos por la AFP.
Unos 760 civiles murieron a manos de la policía y el ejército en los últimos tres meses, según la Asociación de Asistencia a Presos Políticos (AAPP). La junta militar reconoció sólo 258 muertos el 15 de abril, y calificó a los manifestantes de "alborotadores" que participan en "actos de terrorismo".