Paz Alicia Garciadiego comenzó a escribir el guion de El diablo entre las piernas sin la intención de que fuese filmada. “Comencé a plasmarlo después de verme en el espejo. Me habían pedido fotos, y entre mis fotos y la cara en el espejo vi una enorme diferencia. Eso me hizo reflexionar sobre la vejez, al punto al que he llegado, y me puse a escribir sobre mí, y sobre todo, sobre mi generación”, contó la guionista.
Al ser escrito sin la intención de ser filmado, el guion pudo desarrollarse libremente. “No me va a temblar la mano al poner una u otra cosa”, comentó Paz. Sin embargo, Arturo Ripstein, director de la cinta, al leerlo decidió llevarlo a la pantalla grande. “Lo leí y me sorprendió tanto que dije: ‘no estaba para filmarse pero a partir de este momento yo me ocupo de que esto se haga’”, recordó.
La película, que se estrena el 5 de mayo, narra la historia de Beatriz (Sylvia Pasquel), una mujer madura que sufre las vejaciones de su anciano esposo (Alejandro Suárez). Mientras él sostiene una relación con una amante (Patricia Reyes Spíndola), su esposa busca revivir su sexualidad, incluso fuera de su matrimonio. La intención de la cinta era mostrar a seres humanos con las pasiones vigentes, coincidieron.
Sobre las cuestiones de violencia y abuso retratadas, Garciadiego se manifestó en contra de la corrección política. “Ninguno de los participantes en esta película condona el abuso sexual. Pero una cosa es la postura política en la realidad y, otra es cuando uno hace una obra de arte, o quiere hacerla. La ficción tiene otros extremos y no podemos dejar que la corrección política nos límite y cierre los márgenes en los cuales nos movemos. Nosotros no hacemos la realidad, los participantes de la película no golpeamos mujeres, no estamos a favor de que se les insulte; es una ficción, y tenemos el sacrosanto derecho y el deber de respetar lo que ocurre en la ficción”, señaló la guionista.
Esta película, enfatizó, se distingue de otras que abordan la temática sobre adultos mayores que “están tratados en la integridad de su humanidad, no como viejos que ya están al margen de las emociones que alguna vez tuvieron”.
Para la actriz Sylvia Pasquel, protagonista de El diablo entre las piernas, su papel como Beatriz representó “una prueba muy importante para mi carrera, para mí, para mi edad”. En la cinta, la mujer a la que encarna se desnuda tanto física como emocionalmente, “son desnudos que son parte de la vida de actriz, y que forman parte también de la desnudez del alma de este personaje. Me tuve que enfrentar a dejarme llevar, a no tener miedo y a tener la confianza de saber que no era yo la que estaba ahí sino que era Beatriz”, expresó.
Su compañera, Patricia Reyes Spíndola destacó el humor y el enfoque con que el filme está hecho. “Hablar de la sexualidad de las personas de la tercera edad nos cuesta trabajo, incluso hablarla entre amigos, de qué está pasando con nosotros. Pero además es muy curioso porque estoy segura de que la gente joven no ha pensado nunca en la sexualidad de sus padres. Nadie se quiere imaginar a sus papás haciendo el amor”, señaló la actriz.
Como en otras cintas de Arturo Ripstein, El diablo entre las piernas está grabada en escala de grises. “En blanco y negro empecé a querer los paisajes de mi país, en blanco y negro empecé a entender qué era la realidad, porque el blanco y negro de alguna forma eliminan lo circunstancial, el color hace que el cine se parezca mucho a la realidad, el blanco y negro es exactamente la antípoda, por eso es más real que lo real”, explicó el realizador en conferencia de prensa virtual, donde estuvo acompañado por Paz Alicia Garciadiego y las actrices.