La sequía que afecta a gran parte del país y la sobrexplotación de recursos hídricos ha provocado en Durango la muerte de 3 por ciento del millón 400 mil cabezas de ganado en el año; asimismo, ha agudizado la desertificación de las tierras en 40 de los 113 municipios de Michoacán y ha ocasionado que la mayor parte del territorio de Morelos se encuentre “anormalmente seco”, pues sólo Huitzilac y Cuernavaca, la llamada “ciudad de la eterna primavera”, padecen estiaje moderado, de acuerdo con ganaderos, especialistas y autoridades.
Arnoldo Amaya Carrete, presidente de la Asociación Ganadera del Norte del Estado de Durango, informó que a causa de la sequía en territorio duranguense han perecido 42 mil cabezas de ganado y que, de continuar la ausencia de lluvias y la falta de apoyo federal para suplementos alimenticios, la mortandad podría llegar a 20 por ciento del hato o más de 200 mil semovientes.
Manuel Sánchez Zamudio, secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural estatal, dijo que 3 por ciento del hato es la proporción que suele morir en un año tras la temporada de secas, es decir, para finales de junio, cuando empiezan las precipitaciones pluviales.
Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de los 39 municipios de Durango, 24 se encuentran en sequía extrema y 15 en severa. En toda la entidad no ha llovido desde el 15 de septiembre de 2020.
Arnoldo Amaya Carrete, presidente de la Unión Ganadera del Norte, comentó que este año y el pasado se han dejado de invertir en el sector al menos 130 millones de pesos en apoyos que suelen paliar el estiaje.
Se eliminaron los programas de concurrencia, apoyo con sementales y repoblamiento de hatos, entre otros. Pero también, según Rogelio Soto Ochoa, presidente de la Unión Ganadera de Durango, el gobierno federal ha dejado de pagar 50 por ciento del seguro catastrófico ganadero y otro tanto la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas.
“Con 3 por ciento del hato perdido estaríamos recibiendo alrededor de 46 millones de pesos de seguro para los productores afectados, y este año, como se ve la situación, podríamos haber alcanzado más de 100 millones de pesos del seguro”, acotó.
Michoacán, por su parte, se ubica en una zona privilegiada en cuanto a recursos hídricos; no obstante, ya comienzan a sentirse los efectos de la sobrexplotación.
La temperatura promedio de la entidad ha aumentado al menos dos grados durante los 30 años recientes, sobre todo en ciudades altamente pobladas, entre ellas Morelia, Hidalgo, Zamora, Uruapan, La Piedad y Pátzcuaro
Las montañas arboladas son sitios de carga de los mantos acuíferos, pero la tala legal e ilícita, los asentamientos humanos, las huertas de aguacate y de otros productos, al igual que la sobrextracción de aguas superficiales y subterráneas para uso agrícola han disminuido las reservas de agua.
Autoridades ambientales del gobierno estatal e investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, lo mismo que del campus de la Universidad Nacional Autónoma de México en Morelia, aseguraron que los tres principales lagos del estado presentan un grave deterioro.
Señalaron que la laguna de Cuitzeo ha perdido 70 por ciento de su extensión acuática y se convirtió en terregales, particularmente en la parte occidental del embalse.
La de Pátzcuaro, a pesar de cientos de estudios de recuperación, sigue perdiendo líquido y a corto plazo Janitzio dejará de ser una ínsula, pues sólo una pequeña franja de agua la separa de Jarácuaro.
Sesenta por ciento de los bosques y áreas arboladas de Michoacán se han perdido por la tala reglamentada y la ilegítima, aunada al cambio de uso de suelo para actividades agropecuarias y de fraccionadores. Los incendios forestales y plagas atacan cada vez más a las regiones boscosas.
En poblaciones áridas como Contepec, Epitacio Huerta, parte de la Tierra Caliente (Churumuco, Nocupétaro, San Lucas) y en el centro de la entidad, donde se localizan Tarímbaro, Lagunillas, Coeneo e Indaparapeo ya es difícil acceder al agua, a lo que se suma la escasez de lluvias en 2020 y lo que va de 2021.
En Morelos, los municipios de Cuernavaca y Huitzilac sufren una “sequía moderada”, mientras el resto del estado se ubica en una categoría denominada “anormalmente seco”, reportó el monitor de la Conagua.
El estiaje ha tendido a agravarse en Morelos porque, según la Conagua, las lluvias en marzo bajaron a 3.3 milímetros en comparación con las de ese mes del año anterior, de 9.3 milímetros; cuando la media histórica de lluvia en ese mes es de 5.8 milímetros.
Las precipitaciones por debajo del promedio en años recientes han afectado la disponibilidad de agua. Las 19 presas que hay en Morelos sólo contenían hasta el pasado 15 de abril 12 mil 864 hectómetros cúbicos), equivalentes a 67 por ciento de su capacidad de almacenamiento.
La Conagua emitió algunas medidas de mitigación, que incluyen estrategias de comunicación, apoyar el suministro de agua para uso público y urbano y agrícola, así como perforar pozos por emergencia para uso público urbano y ganadería de subsistencia y fomentar la recarga inducida de acuíferos, entre otras.
(Saúl Maldonado, Ernesto Martínez Elorriaga y Rubicela Morelos )