México tiene los plazos más extensos para concesiones ferroviarias en América Latina, justificados así con el objetivo de “dar previsibilidad a las nuevas empresas ferroviarias y asegurar inversiones a largo plazo”, de acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La concesiones en el país son por 50 años con la posibilidad de extenderse 50 años más, es decir un siglo.
Actualmente, Kansas City Southern de México, Ferrocarril Mexicano, en dos de tres concesiones que tiene; Ferrosur, en uno de dos permisos; Ferrocarril y Terminal del Valle de México, así como Compañía de Ferrocarriles Chiapas-Mayab tienen títulos que les permiten operar la vías férreas por 50 años, mismos que iniciaron al final de la década de los noventa, en el gobierno de Ernesto Zedillo.
Este 28 de abril se discute en el Pleno del Senado una iniciativa de Ricardo Monreal para reducir de 50 a 30 años las concesiones ferroviarias, no las actuales, sino los nuevos títulos que se expidan, así como hacer varias modificaciones a la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) para darle mayores herramientas en materia de vigilar la competencia y establecer un periodo para los titulares de ésta, a fin de evitar una “influencia política indeseada”.
“Vamos a estar muy pendientes. Sin duda es una iniciativa que trae temas del sector, algunos de ellos con mayor interés, algunos temas que (implican) preocupaciones respecto de cómo se han planteado”, dijo Óscar del Cueto Cuevas, presidente de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF).
Diálogo con legisladores
Durante la reunión bimestral de la asociación dijo que se ha estado hablando con los legisladores involucrados.
En una breve participación, David Camacho, nuevo titular de la ARTF, dijo que se quiere “una agencia mucho más fortalecida” por el bien del sector.
De acuerdo con 25 años de concesiones ferroviarias de carga en América Latina, publicado por el BID, hay elementos positivos en la concesión de los servicios de carga, pero se exhibe que las concesiones en México rebasan por mucho la normalidad de la región.
En Perú, las concesiones fueron otorgadas por 30 años con extensiones adicionales de cinco, las que pueden tener lugar, por primera vez, después de transcurridos cinco años, de manera que el concesionario tenga siempre por delante un horizonte de no menos de veinticinco años con el título para operar y, nuevamente, asegurar inversiones a largo plazo. Sin embargo, el tiempo de las concesiones no puede superar los 60 años.
El Ferrocarril del Canal de Panamá fue concesionado por 50 años; Bolivia concesionó sus ferrocarriles por 40; Brasil lo hizo por 30 años, extensibles a 30 más por acuerdo de las partes; Argentina y Colombia también lo hicieron por 30, en el caso de la primera es posible una única extensión de 10 años por acuerdo de las partes, y Chile lo hizo inicialmente por sólo 20 años.