Ciudad de México. El libro Cascarón roto explora los temas de los aviones, la amistad, la mexicanidad y la tradición literaria; “son tres ensayos personales” con pasajes visibles, explica la escritora Tedi López Mills, autora del texto que se presenta hoy.
La pandemia de Covid-19 “no altera mi idea de la amistad”, plasmada en el título publicado por Almadía, menciona en entrevista la poeta y ensayista. “Una vez que las cosas se normalicen, todavía falta mucho para eso”, se van a restablecer sus costumbres del contacto.
Agrega que no quiso incluir en el escrito la situación actual “porque me pareció que era hacer trampa e ir en contra de la naturaleza del libro, y los temas: los aviones, la amistad, la mexicanidad y la tradición literaria no han desaparecido. Se mantuvieron tal cual”.
Reconoció que su cotidianidad “se parece en muchas cosas a la que ya tenía, porque soy bastante cerrada. No me resulta tan difícil. De todas maneras hay una angustia en el ambiente que para nada existía antes. Quizá eso la hace más tolerable. La tengo yo, tú, la gente que está en la calle. Todos salimos con cubrebocas, todos tenemos un poco de miedo. Es casi una comunidad de la angustia”.
Sobre Cascarón roto, López Mills sostiene que “es muy personal, porque para mí no podría ser de otra manera. Era difícil plantear el tema de los aviones desde un punto de vista mecánico, porque no soy una experta en aviones, simplemente soy una posible viajera. La amistad es una experiencia común.
“Hay aviones al principio y un ‘aeropuerto’ al final. Hay una amiga que se pierde en el primer ensayo y amistades, conocidos en festivales, en congresos. Luego hay un ensayo que tiene que ver con la amistad. El final también tiene que ver con los grupos y las polémicas literarias. Hay pasajes no secretos entre los tres. Espero que fácilmente vaya de los aviones a la amistad, y de la amistad a la Facultad de Filosofía y Letras en 1979.”
Detalla que los aviones han sido una obsesión suya por su familia. “Recibí documentos de mi prima Mills, hija de Mike, cuyo avión se perdió durante la guerra fría. Ella envió cartas que yo reproduzco y con las que se cayeron dos leyendas familiares. Eso me volvió a meter en el tema, de los Mills, de mi abuela, de los viajes de mi mamá y cómo la íbamos a despedir al aeropuerto”.
También están “mi amiga que se mató en un avión. Jorge Ibargüengoitia. Los cuentos La trama celeste, de Adolfo Bioy Casares, y La isla a mediodía, de Julio Cortázar. Además, llegó a mis manos Última escala en ninguna parte, de Ignacio Padilla. También estaba el que ha sido tema de discusión, en mi casa: la muerte instantánea versus la muerte lenta, lo que ya llamo, quizás perversamente, la agonía razonable.
“Luego, el hecho de que la vida de los escritores se llenó de congresos, ferias y festivales, por lo tanto, hay que tomar aviones y es una cosa que a mí siempre me provoca serios problemas porque significa que tengo que lidiar con el miedo. Todo eso me llevó a hacer un ensayo.”
En el siguiente escrito, narra Tedi López, “pensando en mis experiencias de amistad y enemistad, me puse a hacer una investigación filosófica o de las autoridades y contrasté estas definiciones ideales, canónicas, con mi propia experiencia. En medio del ensayo pongo un entremés, una especie de relato acerca del triángulo, quizá la figura más difícil en términos sentimentales. De ahí paso a revisar el tipo de amistad que funciona”.
El último ensayo “tiene que ver con un viaje en el tiempo a 1979, cuando yo era estudiante en la Facultad de Filosofía y Letras; coincide con que ahí hay un ‘aeropuerto’, así le decíamos a este lugar donde confluíamos todos. El tema es más clandestino. Soy yo en esa escuela, aprendiendo a escribir poesía, leyendo poesía, observando las polémicas, padeciéndolas, y mis lecturas posteriores acerca de esos años”.
La presentación del volumen de ensayos Cascarón roto será hoy a las 19 horas a través de la página en Facebook de Almadía; participan la poeta y traductora Elisa Díaz Castelo y la autora.