Casi todos los glaciares del mundo se están adelgazando y perdiendo masa, cambios que se están acelerando, según el análisis más completo y preciso de su tipo hasta la fecha.
Los glaciares son un indicador sensible del cambio climático, que se puede observar fácilmente. De forma independiente a la altitud o la latitud, se han ido derritiendo a un ritmo veloz desde mediados del siglo XX. Sin embargo, hasta ahora, el alcance total de la pérdida de hielo sólo se ha medido y comprendido parcialmente.
Ahora, un equipo de investigación internacional, dirigido por ETH Zúrich y la Universidad de Toulouse, hizo un estudio completo acerca del retroceso global de los glaciares, que se publica en Nature.
Según la investigación, esas masas heladas pierden 31 por ciento más nieve y hielo cada año que hace tres lustros, de acuerdo con mediciones en 3D tomadas por satélites en el mundo.
Los científicos, que indicaron que el fenómeno se debe al cambio climático provocado por la actividad humana, analizaron los datos de los 220 mil glaciares de montaña del planeta.
Es el primer estudio que incluye a todos los glaciares, excluyendo las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida. La resolución espacial y temporal de la investigación no tiene precedente y muestra la rapidez con la que la han perdido espesor y masa en las pasadas dos décadas.
Lo que una vez fue hielo permanente ha disminuido en volumen en casi todas partes. Entre 2000 y 2019, los glaciares perdieron 267 gigatoneladas (mil millones de toneladas) de hielo por año en promedio, cantidad que podría haber sumergido toda la superficie de Suiza bajo seis metros de agua cada año.
Aumento del nivel del mar
El derretimiento de los glaciares ha causado hasta 21 por ciento del aumento observado en el nivel del mar, unos 0.74 milímetros por año.
La mitad de la pérdida de glaciares en el mundo ocurre en Estados Unidos y Canadá.
Las tasas de deshielo en Alaska están “entre las más elevadas del planeta”: el llamado Columbia retrocede unos 115 metros al año, sostuvo Romain Hugonnet, autor principal del estudio e investigador de la ETH Zúrich y la Universidad de Toulouse.
El fenómeno incluye a los glaciares de Tíbet que solían ser estables, según el estudio. La excepción son unos pocos en Islandia y Escandinavia, alimentados por un aumento de las precipitaciones.
El derretimiento casi uniforme “refleja el incremento global de las temperaturas” y se debe al uso de carbón, petróleo y gas, destacó Hugonnet.
Como se recordará, hace dos años, científicos, activistas y funcionarios del gobierno en Islandia realizaron un funeral para un glaciar pequeño.
El encogimiento de los glaciares representa un problema para millones de personas que dependen del derretimiento de temporada para el agua potable y un deshielo acelerado puede causar derrames fatales de lagos glaciales en lugares como India, alertó Hugonnet.
“La situación en el Himalaya es particularmente preocupante”, destacó en un comunicado.
“Durante la estación seca, el agua de deshielo de los glaciares es una fuente importante que alimenta las principales vías fluviales como los ríos Ganges, Brahmaputra e Indo. En este momento, el aumento del deshielo actúa como un amortiguador para las personas que viven en la región, pero si la contracción de los glaciares del Himalaya sigue acelerándose, países populosos como India y Bangladesh podrían enfrentar escasez de agua o alimentos en unas pocas décadas”, agregó.
Los hallazgos pueden mejorar los modelos hidrológicos y hacer predicciones más precisas a escalas global y local, por ejemplo, para estimar cuánta agua de deshielo de los glaciares del Himalaya se puede anticipar en los próximas años.