Ciudad de México. La Cámara de Diputados aprobó esta noche una reforma para que los gobiernos de los estados y de la Ciudad de México faciliten la entrega gratuita de productos de gestión menstrual en las escuelas públicas de nivel básico y medio superior.
El pleno agregó un párrafo al artículo 114 de la Ley General de Educación para que, con cargo a su presupuesto, las entidades deban otorgar productos como toallas sanitarias, tampones y/o copas menstruales a niñas y adolescentes que lo requieran.
Con la reforma, explicó la diputada Sol Merino (PRI) se garantiza el derecho de higiene y saneamiento a las niñas y adolescentes, que se les ha negado.
Desde la tribuna de la cámara, citó que cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, 43 por ciento de niñas y adolescentes en México prefieren quedarse en casa que asistir a clases durante su periodo menstrual. También refirió que una mujer gasta hasta 36 mil pesos en productos de gestión menstrual durante su vida reproductiva.
Planteó que garantizar en las escuelas del país la entrega de toallas sanitarias, tampones o copas menstruales es necesario, tanto como el papel sanitario o el jabón para lavarse las manos. “Contar con estos productos en los planteles hará que las niñas, adolescentes y jóvenes no se sientan desprotegidas. No aprobaos nada que no sea un derecho ni es un favor, sino nuestra obligación garantizar su derecho a la salud e higiene”, indicó.
La coordinadora del PRD, Verónica Juárez Piña, expresó que la falta de productos de higiene menstrual obliga incluso a niñas a utilizar trapos o hasta tierra, y en algunos casos lavan su ropa con agua sucia.
En algunas comunidades, abundó, se les obliga a recluirse y no pueden participar en la vida comunitaria. “La crisis económica que ha generado más de 16 millones de personas adicionales en situación de pobreza impone medidas urgentes porque golpeará con mayor saña a las niñas, adolescentes. Tenemos que hacer de éste, un asunto de salud pública y no un tema privado”, agregó.
Martha Tagle (MC) mencionó que, aun cuando se trata de un tema común, la menstruación seguía siendo tabú en la tribuna de la cámara.
“En el país, la menstruación no ha sido retomado como un asunto de agenda pública y se ha dejado su atención al ámbito privado. Ningún programa sanitario ha realizado estudios sobre las necesidades de las mujeres en la menstruación. Ni en los centros penitenciarios, donde debería estar garantizado el acceso gratuito, es una realidad”, lamentó.