Ciudad de México. México es el país donde las familias más están resintiendo la baja de ingresos debido a la pandemia de Covid-19 y donde su población reporta mayores dificultades económicas desde el inicio de la crisis, las cuales han derivado en dejar de pagar cuentas, pedir préstamos, pasar hambre, perder su casa o declararse en bancarrota, muestra una encuesta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La política negada a dar soporte directo a los trabajadores resultó en que uno de cada cuatro personas consultadas por el organismo reportaran una pérdida de ingresos debido a que perdió su trabajo y 65.4 por ciento en total informara cualquier otra caída en su ingreso laboral debido a la pandemia, ya fuera porque se recortaron las remuneraciones o las horas de trabajo. Entre 25 economías consultadas por la OCDE, la población de México se dice la más afectada.
Si bien hubo economías como Chile y Turquía donde se registraron mayores pérdidas de ingreso por la privación de trabajo, de 31 y 26.9 por ciento; en México alcanza 26.4 por ciento, más del doble que el 11.8 por ciento entre los países consultados. Son todas las afectaciones alrededor del ingreso laboral en las que el país encabeza con 65.4 personas que reportan menores recursos, frente a 44.3 por ciento promedio de la encuesta.
Independientemente de si las personas perdieron el empleo o no, el país es donde una mayor parte de la población reporta dificultades financieras desde el inicio de la pandemia, llega a alrededor de 66.1 por ciento, prácticamente siete de cada diez trabajadores en el país, y más del doble de 31 por ciento en la medida de los países encuestados.
Hasta 26.4 por ciento de los mexicanos consultados dijeron que han fallado en el pago de sus gastos corrientes; 40.1 por ciento tomó dinero de sus ahorros o vendió bienes para compensar el choque a sus ingresos; 27 por ciento pidió prestado a amigos o familiares; 18.7 por ciento tomó créditos adicionales; 7 por ciento pidió asistencia a organizaciones de caridad; 10.7 por ciento pasó hambre; 1.3 por ciento perdió su vivienda por no poder pagar una hipoteca o renta y 2.2 por ciento se declaró en bancarrota.
La falta de un sistema de seguridad social que cubriera el empleo frente a choques como la pandemia ha resultado en que quienes perdieron su trabajo se vieran más afectados. La OCDE reporta que en este grupo 90.5 por ciento dijo verse en aprietos de dinero; pero incluso en aquellos hogares donde no se registraron pérdidas de empleo las presiones financieras llegan a 57.4 por ciento. En estos rubros México encabeza entre los 25 países consultados para el estudio y cuyo promedio fue de 67.7 y 26.3 por ciento, respectivamente.
“Menos encuestados informan haber sufrido dificultades financieras en países más ricos y en países que históricamente gastaron más en programas sociales”, detalló el organismo. Aun cuando México ha aumentado el monto en transferencias no condicionadas desde que inició la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, es el país con el gasto público social per cápita más bajo, incluso debajo de Chile y Turquía.
Hay una generalizada preocupación por el bienestar social y económico para los dos próximos años, según la encuesta. El 82.2 por ciento de los mexicanos consultados dijo sentir esta incertidumbre, escala a 87.6 por ciento en los hogares en que se registró la pérdida de empleo, pero no se queda muy abajo entre quienes mantienen sus ocupaciones, la inquietud llega a 80.2 por ciento.
Incluso ocho de cada diez se sienten inseguros de poder completar el gasto a fin de mes, un total de 80.7 por ciento; sube a 88.1 en los hogares en que se perdió algún trabajo, pero también alcanza 78 por ciento en donde se mantuvieron las fuentes de ingreso laboral. Esta incertidumbre de la población para cubrir sus gastos sólo se ve rebasada por los habitantes de Chile y Grecia.
La OCDE mostró que las demandas de un mayor apoyo gubernamental son comunes, independientemente de la seguridad laboral durante la pandemia. En México alcanzaron a 89.8 por ciento de las personas encuestadas que dijo que el gobierno debe hacer más para garantizar el bienestar social y económico de la población. Es el segundo país donde más extendida está la exigencia, sólo detrás de Chile, donde 92.9 por ciento lo considera así.
La encuesta “Riesgos que importan 2020” fue levantada en Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Israel, Italia, Corea, Lituania, México, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovenia, España, Suiza, Turquía y Estados Unidos.