París. Marianne Faithfull teme no poder volver a cantar debido al Covid persistente que padece, pero la cantante británica consuela a sus seguidores con un nuevo álbum de poesía convertida en música.
La artista, de 74 años, quien estuvo hospitalizada hace un año debido al coronavirus, conversa con Afp por teléfono desde su casa en el suroeste de Londres, pero su voz suena lejana y revela su fatiga.
Al preguntarle por su salud, la intérprete de Broken English, álbum de referencia de 1979, es directa: “La pandemia me dio duro, casi muero y ahora tengo lo que llaman el Covid persistente que me afecta los pulmones y me impide hablar durante mucho tiempo”.
– ¿Volverá a cantar?
“Cariño, no lo sabemos; espero que sí, practico una vez por semana con un amigo que viene a mi casa. No poder cantar de nuevo es un pensamiento horrible, pero si eso sucede, no podré hacer nada.”
Pero Faithfull no tira la toalla y ha logrado finalizar un proyecto iniciado antes de su enfermedad: poner en música a poetas románticos del siglo XIX (Lord Byron, Percy Bysshe Shelley, John Keats, etcétera.), que ella recita.
El lanzamiento del álbum, cuyo título She Walks in Beauty, que corresponde a un poema de Byron, tendrá lugar este viernes.
Se trata de un trabajo que la artista tenía en mente hacía tiempo, pero como “no todo el mundo lo comprendía”, debió encontrar primero a “las personas adecuadas”, cuenta.
Empezando por François Ravard, su mánager francés, con quien compartió su vida durante un tiempo, y el australiano Warren Ellis, compositor y multinstrumentalista, viejo cómplice de la cantante.
Cofirmado por Faithfull y Ellis, She Walks in Beauty cuenta además con la colaboración del australiano Nick Cave en el piano, así como con Brian Eno, y el violonchelista francés Vincent Segal.
“Tengo mucha suerte, todos son amigos míos”, explica Faithfull, quien también se refiere a sus “viejos compañeros” para aludir a los poetas cuyas composiciones recita. Los descubrió cuando de joven estudiaba en un convento en Inglaterra bajo la influencia de una “profesora maravillosa, la señora Simpson, que, por cierto, no era católica”.
Aunque iba encaminada a estudiar literatura, lo que sucedió luego es de sobra conocido: el mánager de los Rolling Stones se fijó en ella durante una fiesta y Faithfull se dejó llevar por el Swinging London, movimiento pop que arrasó en los años 60 en la capital inglesa.
Fue un cambio de vida que le abrió las puertas del showbusiness pero que la asoció durante largo tiempo a una reductora etiqueta de musa de los Rolling Stones, tras haber sido la pareja de Mick Jagger.
Sin embargo, es una superviviente, incluso de una crisis sanitaria que transformó la manera de grabar álbumes.
“Con la pandemia, no podíamos hacerlo como antes en el estudio, todos juntos. Lo grabé en mi departamento” con su productor y lo envió a Warren Ellis, que vive a las afueras de París.
Pero “no fue tan difícil como había imaginado. Lo más duro fue no contar con la opinión de los demás de forma inmediata, como cuando se graba en estudio: basta con fijarse en el lenguaje corporal de la gente para saber si les gusta”.
Tras haber vivido durante muchos años en París, antes de regresar a Londres para estar cerca de su hijo y sus nietos, Faithfull ¿se lanzaría con un álbum con poetas franceses? “Me encanta Baudelaire, Rimbaud… pero no hablo suficientemente bien francés. Tengo que pensarlo”.