Guadalajara, Jal., Miembros de la comunidad cultural jalisciense que desde el 2 de febrero entregaron al gobernador Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, una carta a la que se han adherido más de 200 creadores y promotores en el estado para mejorar la situación cultural, señalaron que siguen sin respuesta a sus peticiones y denunciaron que 28 meses después de iniciada la administración aún no se cuenta con un programa en la materia.
Criticaron que incluso no se ha nombrado un nuevo secretario de Cultura tras la salida de Giovanna Jaspersen, a finales de enero pasado, y que, con el apoyo de los diputados de MC, ocurrió un recorte “que convierte el presupuesto de cultura para 2021 en el más raquítico de la historia de Jalisco”.
El colectivo Pro Cultura, integrado por Jorge Souza Jauffred –presidente del Seminario de Cultura Mexicana corresponsalía Jalisco–, Arturo Camacho, Nesly Mombrun, Itzel González, José Villaseñor, Ernesto Álvarez y Guillermo Salvador, recordaron que sólo quedó en promesa el compromiso de Alfaro de aumentar el gasto en cultura hasta llegar al uno por ciento del presupuesto estatal en cuanto asumiera la gubernatura.
“En 2019 fue de 0.6 por ciento; en 2020, de 0.5, y en 2021, apenas de 0.4, el más bajo en toda la historia de la dependencia”, especificaron en un comunicado.
A pesar de la gravedad de la pandemia, no se han diseñado acciones para enfrentarla desde la promoción cultural, aunque está comprobado que las actividades creativas reducen los efectos de los daños sicológicos, económicos, familiares y sociales ocasionados por el virus.
“En el programa Cultura en resiliencia, anunciado en los periódicos, se invierten 21 millones 460 mil 800 pesos, misma cantidad que el año anterior, pero disminuida por la inflación, y se destinan a 25 convocatorias, cuando en 2020 se distribuyeron en menos de 20, lo que pulveriza el recurso. Además, se redujo el presupuesto para municipios, talleres, grupos institucionales y otros programas culturales, en algunos casos a cero”.
También criticaron la semi-privatización de galerías y museos que han sido patrimonio cultural del estado, al darlos en administración a un organismo público descentralizado pese a la oposi-ción generalizada.
“Los recintos y espacios culturales oficiales, pese a los anuncios, siguen siendo de difícil acceso por los trámites, las condiciones impuestas por el gobierno y los altos costos para los artistas. Tampoco se han reactivado, en formatos exigidos por la pandemia, los programas culturales desaparecidos por la actual administración, parte, ellos, del patrimonio cultural de Jalisco”.
Otros señalamientos se refieren a que no ha sido resuelto “el caos administrativo en la Orquesta Filarmónica de Jalisco” en la que se invierten decenas de millones de pesos y no se cuenta con estados financieros desde julio del año pasado. Tampoco se ha regularizado laboralmente a los integrantes de los grupos artísticos que han funcionado como institucionales, como la Orquesta Típica, el Coro del Estado y el Ballet de Jalisco.
El documento finaliza reiterando la necesidad de encauzar la inversión pública para apoyar a las comunidades artísticas y culturales mediante un esquema que nazca del sector, que atienda sus requerimientos reales y trabaje de la mano con el gobierno.