El foro Lindbergh, teatro al aire libre catalogado como patrimonio artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, ubicado en el parque México, se ha convertido en escenario de mítines políticos y tianguis los fines de semana, lo que ha contribuido a su paulatino deterioro sin que ninguna autoridad intervenga, se quejaron vecinos de la colonia Hipódromo.
Este espacio fue restaurado en 2014 con una inversión de 21 millones de pesos, tras años de abandono, para dedicarlo a actividades culturales y recreativas. “Se había llegado a un acuerdo no escrito con los vecinos y para la realización de cada actividad se nos consultaba para que diéramos el visto bueno, pero se dejó de hacer y ahora, con el pretexto de la pandemia, se ha permitido de todo”, expresó Isidro López, habitante de la colonia.
Además de actos políticos de candidatos de diferentes partidos promoviendo su imagen en el actual proceso electoral, desde los viernes hasta los domingos se instala un tianguis de ropa, chácharas y bisutería que cada vez gana más terreno en uno de los pasillos laterales del foro, cuyas columnas son utilizadas para tender lazos con la mercancía.
En otro extremo, las pérgolas y trabes, que hace siete años fueron restituidas porque estaban a punto de desmoronarse, ahora son usadas para colgar sacos de box para hacer ejercicio, mientras la explanada es ocupada para realizar las llamadas “activaciones comerciales”, donde se ofrecen todo tipo de productos.
Los muros del escenario central, donde se trabajó capa por capa para recuperar la decoración original que tenía el teatro en los años 40 del siglo pasado, incluidos los murales del artista Roberto Montenegro, que fueron protegidos con una gruesa plancha de cristal, se encuentran, de nueva cuenta, grafiteados, con evidentes huellas de la falta de mantenimiento a la pintura.
Los vecinos dijeron que la única intervención que han realizado las autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc fue en la fuente de la Mujer de los Cántaros hace poco más de año y medio. “A la oficina de Servicios Urbanos se le ocurrió, sin respetar los colores originales y sin conocimiento de la historia del lugar, pintarla de azul con amarillo, por lo que reclamamos. Reconoció que fue un error y se comprometió a arreglarla, pero jamás lo hizo”, comentaron.
Los habitantes de la colonia Hipódromo señalaron que acudieron a la Secretaría de Gobierno, que los remitió a la alcaldía, donde “no hacen absolutamente nada. Y ahí está el foro, de nuevo dañado y lúgubre por las noches, cuando estaba perfectamente iluminado”.