Madrid. La Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Alianza Mundial para Vacunas (Gavi) pidieron ayer a la comunidad internacional, con motivo de la Semana Mundial de la Inmunización, mejorar el acceso a los servicios de rutina, más allá de las dosis contra el coronavirus, para salvar 50 millones de vidas antes de 2030 gracias a campañas más intensas.
“Si queremos evitar múltiples brotes de enfermedades potencialmente mortales, como el sarampión, la fiebre amarilla y la difteria, debemos asegurarnos de que los servicios de vacunación de rutina estén protegidos en todo el orbe”, apuntó el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Más de un tercio de países (37 por ciento) todavía informan interrupciones en sus servicios de inmunización de rutina por el coronavirus, de acuerdo con una encuesta realizada por el organismo de Naciones Unidas.
En concreto, 60 de estas campañas de inoculación están pospuestas actualmente en 50 países, lo que pone a 228 millones de personas, en su mayoría niños, en riesgo de contraer enfermedades como el sarampión, la fiebre amarilla y la poliomielitis. Más de la mitad de las naciones afectadas se encuentran en África.
Las campañas contra el sarampión, que es una de las enfermedades más contagiosas y que puede provocar grandes brotes, son las más afectadas, dado que se han pospuesto 23 en todo el mundo, lo que afecta a 140 millones de personas.
“Incluso antes de la pandemia, había señales preocupantes de que estábamos comenzando a perder terreno en la lucha contra enfermedades infantiles prevenibles, con 20 millones de niños que ya no recibían inmunizantes críticos”, declaró Henrietta Fore, directora del Unicef, en un comunicado junto a la OMS y la Gavi.
Fore añadió que la pandemia había “empeorado una situación que ya era mala”.
La nueva estrategia lanzada con motivo de la Semana Mundial de la Vacunación tiene como objetivo evitar 50 millones de muertes en el mundo (de las cuales 75 por ciento se darían en países pobres) al reforzar la inoculación a lo largo de la vida.
El programa tiene como meta alcanzar de aquí a 2030 una cobertura de 90 por ciento para los biológicos esenciales administrados durante la infancia y adolescencia, y a reducir a la mitad, en el mismo periodo, el número de menores que están totalmente privados del servicio.
Asimismo, aspira a introducir o reintroducir en algunos países antígenos contra el Covid-19 o el virus del papiloma humano.
“Para recuperarnos correctamente del Covid-19 y luchar contra las futuras pandemias, debemos asegurarnos de que la inoculación de rutina sea una prioridad”, destacó el director de Gavi, Seth Berkley.
Debido a perturbaciones relacionadas con la pandemia de Covid, Unicef sólo pudo entregar poco más de 2 mil millones de dosis de biológicos en 2020, contra 2 mil 290 millones en 2019.