El Centro de Investigación en Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia informó que la segunda dosis de la vacuna Sputnik V contra Covid-19 se puede aplicar hasta tres meses después de la primera. La indicación original eran 21 días, pero los científicos aseguran que la efectividad se conserva e incluso aumenta con este cambio.
Alexander Gintsburg, director del organismo, explicó que la ampliación del periodo entre las inyecciones fue determinada por los investigadores con base en la experiencia de uso de vacunas que emplean una plataforma idéntica de adenovirus. Señaló que con esta decisión se podrá acelerar el proceso de inoculación en los países.
La ampliación del intervalo de administración del biológico desarrollado en Rusia se suma a decisiones similares tomadas por otros fabricantes, como Pfizer, AstraZeneca y Sinovac, cuya segunda dosis también se puede aplicar entre cuatro y 12 semanas después de la primera inyección.
Sobre el cambio con Sputnik V, antes que el Centro Gamaleya, la autoridad sanitaria de Argentina había llegado a la misma conclusión, recordó Gintsburg. Por otra parte, el pasado viernes, el Fondo Ruso de Inversión Directa informó que la vacuna se fabricará en el país sudamericano.
Se prevé que el proceso se inicie en junio próximo, mientras en México sigue en pie la propuesta del laboratorio nacional Landsteiner para colaborar con Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), a fin de que aquí se envase la vacuna rusa.
Integrantes de la industria comentaron a este diario que la empresa puso a disposición del gobierno de México su planta de inyectables, ubicada en Toluca. El objetivo sería acelerar la disponibilidad del producto, pues de 24 millones de dosis adquiridas por el país, han llegado 1.1 millones.
La propuesta de Landsteiner es realizar la parte final del proceso de producción, mediante un convenio con la paraestatal Birmex, que tiene la representación en México de Sputnik V. Sería algo similar a lo que ya ocurre con la vacuna china de CanSino, que llega a granel y se envasa en la planta de la empresa Drugmex en Querétaro, explicaron.
Aunque durante el fin de semana se informó que el canciller Marcelo Ebrard propondrá al Fondo Ruso el convenio para que en Birmex se realice el envasado de Sputnik V, la paraestatal no cuenta con las instalaciones necesarias. Tiene que realizar adecuaciones y cumplir con la regulación sanitaria. No es un proceso sencillo porque se deben garantizar calidad, seguridad y eficacia.
De ahí la oferta de la planta de inyectables de Landsteiner que ya cuenta con autorización de funcionamiento de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), tiene el certificado de buenas prácticas de manufactura y la infraestructura para realizar la farmacovigilancia de sus productos. Las adaptaciones que se tendrían que hacer para envasar la vacuna rusa son menores, señalaron los ejecutivos consultados.
El objetivo sería acelerar la producción de Sputnik V, la cual está autorizada para su uso de emergencia en 60 países y debe cumplir con elevados niveles para cubrir la demanda de esas naciones.