Washington. El centro de gravedad política de Estados Unidos se desvió ayer más al sur y al oeste del país, zonas de mayor presencia republicana, debido a que Texas, Florida y otros estados del llamado Cinturón del Sol sumaron escaños en el Congreso, y áreas más frías como Nueva York y Ohio los perdieron.
En total, la población del país aumentó a 331 millones 449 mil 281 habitantes, de acuerdo con la Oficina del Censo, lo que representa un incremento de 7.4 por ciento, que es el segundo más lento en la historia para un periodo de 10 años.
La nueva distribución de escaños en el Congreso ocurre en la primera publicación de datos del conteo de 2020. Los números reflejan patrones familiares de migración estadunidense y confirman un indicador histórico: Por primera vez en 170 años con categoría de estado, California está perdiendo un asiento en el Congreso como resultado de una disminución de la migración en el estado más poblado de Estados Unidos.
La difusión de los datos del Censo marcan el inicio oficial de las batallas de redistribución distrital sostenidas una vez por década. Las cifras difundidas ayer, junto con la información más detallada que se espera sea dada a conocer en los próximos meses, serán usadas por los cuerpos legislativos estatales o las comisiones independientes para redefinir los mapas políticos a fin de que correspondan a los cambios demográficos.
Tales ajustes fueron en su mayoría al oeste. Colorado, Montana y Oregon agregaron población y escaños. Texas fue el más beneficiado, pues el segundo estado más poblado del país sumó dos bancas en el Congreso. Florida y Carolina del Norte obtuvieron uno más. Entre los estados que perdieron presencia se encuentran Illinois, Michigan, Pensilvania y Virginia Occidental.