Madrid. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, confirmó este martes en Twitter el asesinato de los periodistas españoles David Beriain y Roberto Fraile en un ataque en Burkina Faso.
"Se confirma la peor de las noticias. Todo el cariño para los familiares y allegados" de las personas asesinadas, escribió Sánchez en la red social, en la que mostró su "reconocimiento a quienes, como ellos, realizan a diario un periodismo valiente y esencial desde las zonas de conflicto".
Los dos periodistas desaparecieron el lunes, junto con un ciudadano irlandés y otro burkinés, en una zona cercana a la frontera con Benín, después de que unos individuos armados atacaran un convoy de fuerzas de seguridad y expatriados.
Ambos estaban realizando un documental sobre la caza furtiva y cómo la enfrenta el gobierno de Burkina Faso, y sobre las poblaciones dentro del parque. En el momento del ataque viajaban con una patrulla contra la caza furtiva de unas 40 personas, añadió.
La canciller Arancha González Laya dijo en conferencia de prensa en Madrid que es una zona peligrosa donde operan terroristas, bandidos y yijadistas.
La AP tuvo acceso a un mensaje de audio en el que supuestamente un grupo yijadista conocido como JNIM, vinculado con Al Qaeda, reivindica el ataque. “Matamos a tres personas blancas. También conseguimos dos vehículos con armas y 12 motocicletas”, dice la grabación.
La unidad especial del ejército dedicada a la protección de la vida silvestre sufrió la emboscada cuando viajaba con los extranjeros a 15 kilómetros de su base en la ciudad oriental de Natiaboni, dijo Yendifimba Jean-Claude Louari, alcalde de Fada N’gourma, a The Associated Press.
Dos soldados resultaron heridos en el ataque y evacuados a un hospital militar en Uagadugú, la capital. Un militar sufrió heridas en una pierna y el otro en un brazo, que debió ser amputado, dijeron personas al tanto de lo sucedido que hablaron bajo la condición de anonimato por no estar autorizados a hablar con la prensa. Durante el ataque, dijeron, los soldados trataron de proteger a los extranjeros, pero al finalizar el tiroteo advirtieron que habían desaparecido.
Desde principios del 2000, las milicias locales han desarrollado una industria del secuestro en la región del Sahel, la vasta zona al sur del Sahara que abarca el África occidental. Cinco rehenes extranjeros siguen desaparecidos, incluidos los dos secuestrados en Burkina Faso, dijo el analista Heni Nsaibia.