Me encontré hace unos días con el performancero chicalango Guillermo Gómez-Peña, quien llegó a México para operarse una hernia y convertir su casa de Cocoteros en la Nueva Santa María en un museo interactivo, además de convivir con sus muchos amigos. Lo más importante es que acaba de publicar, en plena pandemia, dos robustos libros que dan testimonio del intenso trabajo a lo largo de la última década. La pocha nostra, un manual para artistas en una sociedad posdemocrática, de 270 páginas, y Gómez-Peña unplugged (textos de artes vivas, práctica social y activismo imaginario (2008-2020) con 319 páginas. Ambos fueron publicados por la editorial británica Routledge y aún no se traducen al español. El primero es un manual con una restructuración pedagógica sustentada en nuevos métodos y ejercicios dirigidos a “artistas radicales”; se llevó a cabo en coautoría con Saúl García López. El segundo es una exploración en dos territorios distintos, el performance y el guion, en el que hace una rescritura de la actuación de performances clásicos tomados de archivo y también nuevo material y temáticas actuales desde múltiples géneros y perspectivas. Es una selección ligada a las practicas de La Pocha nostra. “A través de esos textos se hace una mezcolanza ecléctica demostrando que la literatura es un ejercicio performático, que llamamos pensamiento salvaje. Es una antología de los escritos favoritos de Guillermo Gómez-Peña, quien llama al activismo imaginario y a la ciudadanía radical, involucrando al lector a encarnar un ethos literario sin fronteras, poligenérico y para distintas generaciones y razas. Esta colección de escritos viene directo del corazón ante la conflictiva era Trump en Estados Unidos y simultáneamente ante la violencia del narcotráfico en México”, así se lee en el texto introductorio al libro. Para más datos de ambos títulos: www.routledge.com
La Juanita, cafetería, tienda cannábica y librería
En 1996 la incipiente revista Generación lanzó un manifiesto por la despenalización de la mariguana firmado por más de 50 intelectuales, muchos de los cuales ya murieron, y en 1991 se llevó a cabo la primera marcha por la liberación de la mota, actividad que, por cierto, celebrará su 20 aniversario el próximo 8 de mayo. Muy lejos estaba entonces la posibilidad mínima de que las cámaras legislativas votaran la regulación para el libre consumo recreativo de esta hierba, lo cual está a punto de ocurrir a pesar del muy lento proceso legislativo que sigue prorrogando su promulgación. Mientras, en la Ciudad de México y otras del país han comenzado a proliferar tiendas donde se venden ya productos derivados del cáñamo que no contienen THC, desde semillas de hemp, hasta pipas artesanales y muchas otras posibilidades que ofrece la prolífica planta de la mariguana. Mientras termina de agonizar la absurda política prohibicionista, el próximo primero de mayo abre sus puertas La Juanita, un nuevo espacio multicultural, en donde se podrá disfrutar de buen café, gastronomía con semillas de hemp y cervezas artesanales, todo tipo de artículos para fumar y toda la parafernalia del autocultivo, además de una librería sicoactiva en donde se reunirá la literatura relacionada con drogas, publicadas por reconocidas editoriales independientes y exhibición de arte cannábico. El cupo será limitado por motivos pandémicos, también habrá mesas al aire libre. La Juanita –como también cariñosamente se nombra a la mois– se encuentra en Insurgentes 230, colonia Roma.
El regreso de la revista alternativa Clarimonda
Hace más de 15 años en la ciudad de Morelia, Michoacán, comenzó a publicarse una revista alternativa e independiente, más bien un fanzine comandado por un jovencito enjundioso de nombre Manuel Noctis, que se la pasaba pidiendo colaboraciones con insistencia convincente a varios protagonistas del underground de entonces. La revista era monotemática, y con cada edición se hacía una ruidosa fiesta en la apacible Morelia. Hace dos años Noctis se fue a vivir a Tijuana y al parecer su revista había terminado, pero yerba mala nunca muere y hace unos días reapareció Clarimonda, en formatos impreso y digital; la presente edición es “Puro cuento” y reúne 14 cuentos de autores de todo el país fieles a la publicación. La revista está ilustrada por talentosos artistas plásticos tijuanenses.
Felicidades.