Ciudad de México. La emergencia sanitaria por Covid-19 provocó un intempestivo crecimiento en el acceso y uso del internet en la escuela, los hogares y en la brecha de alfabetización digital, pero se requiere desarrollar habilidades para navegar en el mundo digital y evitar que los niños sean víctimas de delitos, afirmó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez.
La educación online sin embargo, lejos de ser una ayuda en los tiempos de confinamiento ha potenciado la exclusión y la desigualdad, por lo que los niños requieren acceder a equipos y conectividad para trabajar en entornos digitales de manera segura, afirmó Luis Pedernera.
El presidente del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas señaló que además establece obligaciones para que los Estados y las empresas se involucren en garantizar la privacidad, vigilancia y protección de datos.
Así como la protección, la prevención, investigación y asistencia a las víctimas de violencia y abuso y explotación sexual, sin limitar los derechos de las niñas, niños y adolescentes en línea, sino protegiéndolos de situaciones nocivas.
El legislar es importante, pues existen las violencias y los criminales digitales, cuando en la pandemia aumentó el consumo de pornografía infantil, siendo México el segundo país en turismo sexual infantil, dijo la presidenta de la Comisión de la Niñez en el Senado, Josefina Vázquez Mota.
En la presentación de la Observación General 25 del Comité sobre Derechos del Niño de la ONU (OG-25), relativa al entorno digital, la presidenta de la CDHCM destacó que las niñas, niños y adolescentes tienen muchísimo que enseñar al mundo adulto en este aspecto.
Las habilidades para navegar en el mundo digital son más que operacionales: “aluden a capacidades cognitivas y éticas que les permitirán construir y participar plenamente en la sociedad de la cual son parte”, agregó.
Consideró que, en la medida en que el mundo adulto asuma lo que representa la vida digital en la vida y el desarrollo de NNyA, estará más dispuesto a regular de formas más adecuadas sus interacciones.
Además de promover y trabajar para eliminar la brecha de acceso, incluso entre sus pares y de las generaciones que conviven en este momento, por lo que no podríamos hablar de lo que implica el entorno digital ni de los retos sin las niñas, niños, adolescentes.
Tampoco, reconoció, sin asumir, de facto, que rompe con el paradigma tradicional de visión desde el mundo adulto, por lo que la Comisión trabaja en una versión amigable de la OG-25, que recién presentó el Comité, sobre una estrategia de difusión entre las NNyA respecto a sus derechos en el entorno digital.
La OG-25, dijo, obliga a la necesidad de regular esa intersección e integridad de derechos de las niñas, niños y adolescentes en relación con el entorno digital, planteando retos al mundo adulto para prevenir y atender las violencias que también ahí se replican, a través de ciberacosos.
La senadora Vázquez Mota, propuso la realización de un foro de la mano de la CDHCM, para que, a través de la participación de especialistas y de las propias NNyA, se logre una ley que atienda a la compleja realidad que impone el internet.
Por su parte, la secretaria ejecutiva del Sistema de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México (SIPINNA), Esthela Damián Peralta, se pronunció por lograr acortar las brechas generacionales y de conocimientos.
Además de garantizar la accesibilidad para todos al espacio digital, tomando en cuenta la nueva realidad; y coincidió en la necesidad de traducir y publicar de todas las maneras y medios posibles el contenido y los propósitos de la Observación General.
La investigadora en Ciencias Médicas de la UNAM, Nadia González García, se refirió a la necesidad de privilegiar las relaciones sociales, ya no sólo entre las niñas y niños de cero a dos años de edad, sino entre las y los adolescentes, ya que existe una brecha entre quienes tienen y quienes no tienen acceso a las herramientas digitales.
Los efectos adversos sobre la salud por el uso indiscriminado de niñas y niños de los dispositivos digitales deben revertirse con el conocimiento que las madres, padres y tutores tengan al respecto para potenciar su desarrollo, limitando su acceso.
Mencionó que entre los principales síntomas de deterioro de la salud de niñas y niños por ese uso y exposición indiscriminada están la ansiedad y la obesidad, que se incrementan con la edad, sumándose también la depresión, en un período en que deben socializar para lograr su pleno desarrollo.