Zacatecas, Zac., La Compañía Cervecera de Zacatecas del Grupo Modelo –la fábrica de cerveza más grande del mundo, según el propio consorcio–, filial de la trasnacional Anheuser Busch-Inbev, produce diariamente 22 millones de unidades de esa bebida en botellas de vidrio o latas de aluminio, utilizando el agua de la cuenca hidrológica del municipio donde se ubica, Calera de Víctor Rosales, una de las tres cuencas con mayor déficit hídrico del estado.
El consumo de agua potable en esta planta –cuyos permisos se otorgaron en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, durante la administración estatal a cargo de Genaro Borrego Estrada, y fue inaugurada durante el gobierno de Ernesto Zedillo en 1997– es de tal dimensión que desde que inició operaciones el acuífero sobre el que está asentada “se está abatiendo más rápido” en comparación con otras cuencas, según especialistas de la Asociación Mexicana de Hidráulica (AMH).
Víctor Manuel Reyes Rodríguez, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Zacatecas (ex directivo de la cervecera), informó que Grupo Modelo de Zacatecas consume casi 12 mil millones de litros de agua al año, la cual extrae de “entre 15 y 18” pozos, al amparo de 13 concesiones federales.
En entrevista, el funcionario federal admitió que “en el acuífero de Calera, donde está la planta, tenemos un déficit de unos 72 millones de metros cúbicos de agua”. Es decir, se extrae un volumen muy superior al de recarga natural del manto freático. La Conagua sabe que 15 de los 34 acuíferos de Zacatecas están sobrexplotados.
Compró tierras y pozos
A principios de la década de 1990, la cervecería de capital belga, brasileño y estadunidense compró cientos de hectáreas a los campesinos de la región, junto con los derechos de los pozos agrícolas que había en la zona, es decir, se apropió de las tierras y el agua subterránea de la región. Luego promovió ante la Conagua el cambio de uso de los pozos de agrícola a industrial, entre 1996 y 1997.
Interrogado sobre si para la Conagua la cervecera usa el agua de manera eficiente, Reyes Rodríguez respondió: “Lo que ellos hagan con el agua en sus procesos nada tiene que ver con la Conagua. Nosotros simple y sencillamente les damos la concesión”.
Según Reyes Rodríguez, Grupo Modelo “es una empresa socialmente responsable”, ya que antes gastaba cinco litros de agua para producir uno de cerveza. Ahora lo hace “con sólo 2.3 litros”.
De acuerdo con el propio consorcio cervecero (que tiene en el país ocho plantas para la fabricación de bebidas alcohólicas), en su planta de Zacatecas produce 24 millones de hectolitros de cerveza al año, es decir, 2 mil 400 millones de litros. Alrededor de 60 por ciento de esa producción es para exportación, principalmente de la marca Corona, “la más vendida del mundo”.
Convocados por la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (JIAPAZ), ingenieros especialistas en agua subterránea, pertenecientes a la AMH pidieron a los ocho candidatos a la gubernatura –actualmente en campaña–, a suscribir el Compromiso, Acuerdo y Pacto Social por el Agua en Zacatecas, iniciativa “que contiene directrices orientadas a lograr la seguridad hídrica para las actuales y futuras generaciones, ante la alta vulnerabilidad acuífera de Zacatecas”.
Pero el trasfondo político del acto quedó expuesto rápidamente, cuando los representantes de la AMH, Francisco Mojarro, Marco Murillo y Pedro Alvarado, después de una larga explicación advirtieron que como 11 de los 34 acuíferos de Zacatecas están sobrexplotados (para la Conagua son 15 de 34), con un déficit de 435 millones de metros cúbicos al año, la solución inmediata dijeron, es “rescatar” el proyecto de construcción de la presa Milpillas que, acusaron, “se politizó por culpa de ambientalistas”.
Sin embargo, los medios de comunicación dieron cuenta de que esos ambientalistas, junto con investigadores universitarios, han denunciado públicamente desde hace cuatro años que con la presa Milpillas el gobierno estatal pretendía dotar de agua potable no sólo a la población de las principales ciudades del estado (Fresnillo, Guadalupe y Zacatecas), sino también a la cervecera ubicada en Calera. La misma denuncia fue presentada por diputados de oposición al Partido Revolucionario Institucional en el Congreso del estado.
El 24 de marzo de 2017 el entonces gobernador Alejandro Tello Cristerna (quien años atrás también fue directivo de Grupo Modelo), anunció la construcción de la presa Milpillas, “el proyecto más grande de la historia de Zacatecas para abastecer de agua potable a varios municipios”. Sería, dijo el priísta, su obra “insignia” y preveía inaugurarla en 2021.
Sin embargo, la corrupción en su gabinete y la mala gestión del proyecto impidieron su realización. La obra –de la cual no se colocó una sola piedra– está actualmente sujeta a auditorías para conocer el paradero de cientos de millones de pesos de recursos públicos.
En esa época, Benjamín de León Mojarro, ahora director de la JIAPAZ, estaba al frente de la Conagua en Zacatecas, y cuando los representantes de la AMH fueron cuestionados por los reporteros sobre qué impacto ha tenido la fábrica cervecera en la cuenca hidrológica de Calera –la más sobrexplotada junto con las de Aguanaval y Chupaderos–, Francisco Mojarro Dávila atajó:
“Cuando vino la cervecera (empezó su construcción), en el gobierno de Genaro Borrego, la empresa generó empleos, pero hay que recordar una cosa: el acuífero de Calera ya tenía veda rígida desde 1960. ¿Qué quiere decir? Que desde antes de que viniera Grupo Modelo ya teníamos problemas serios en el acuífero de Calera. Aun así se permitió la planta”.
Mojarro Dávila reveló: “Aquí estamos un grupo de investigadores y expertos en aguas subterráneas. Sí hay conos de abatimiento donde está esta serie de pozos de la Corona”. Ahí el agua “se está abatiendo” más rápido, pero ellos (Grupo Modelo) tuvieron que perforar hasta 500 metros de profundidad. La Ley de Aguas Nacionales no permite 500 metros, solamente hasta 250”, es decir, violentaron la norma para garantizar su inversión.