Con la “reforma” energética de Peña Nieto su gobierno no sólo autorizó cualquier cantidad de “permisos productivos”en todas las áreas de ese sector privatizado y firmó un sinfín de contratos (leoninos en su mayoría, por no decir todos) para “desarrollar esta área estratégica”, sino que “garantizó” una catarata de inversiones que, en el corto plazo sumaría 200 mil millones de dólares, algo así como 20 por ciento del producto interno bruto de entonces. La jauja, pues.

Como siempre, no trascendió el discurso y con la llegada del nuevo gobierno se conoció que de esos 200 mil millones de billetes verdes a duras penas se registraron 800 millones (0.4 por ciento de lo “garantizado”) y los permisos “productivos” autorizados sólo sirvieron a los beneficiarios para mejorar su imagen corporativa y para especular financieramente. ¿Y la jauja?

Eso sí, algunas de las empresas que se sumaron al “desarrollo de esta área estratégica” utilizaron tales autorizaciones para hacer chanchullos, por ejemplo la importación ilegal de combustibles y otras menudencias. Y después se quejan porque el gobierno cancela permisos para importar legalmente gasolinas, diésel y otros.

Como ha detallado el presidente López Obrador, con la “reforma” energética “se entregaron permisos a diestra y siniestra para la importación de combustibles; más de mil a distintas personas y a empresas. Poco a poco se han ido cancelando, porque se entregó a gente que no se dedicaba a la venta de combustibles; no eran empresas del sector energético y ellos mismos dejaron de usar los permisos o se cancelaron por el tiempo; ahora han quedado alrededor de 70. Es un poco lo que sucedió con las concesiones mineras, que se han venido limitando, reduciendo, porque se entregaron muchísimas para la especulación financiera y como tienen que pagar impuestos y antes se les condonaban, y ahora no, pues prefieren regresarlas”.

Se detectó, detalló el mandatario, que “hay contrabando de gasolinas, por lo que se lleva a cabo una limpia en aduanas y ya se están logrando resultados. De hecho, se ha incrementado tres veces la recaudación en aduanas. Entonces, estamos limpiando y vamos a seguir limpiando”. Por eso la Ley de Hidrocarburos, “para que Pemex tenga de nuevo más control en todo lo que tiene que ver con la distribución de las gasolinas. Estamos poniendo orden en ese sentido. Vamos a cerrar completamente el contrabando de combustibles”.

Pues bien, en materia de contrabando de combustibles debe considerarse lo detallado por la titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro: “hemos detectado que llegan embarcaciones (a los puertos) y presentan documentos falsos. Los pedimentos demuestran que las empresas importadoras resultan que no lo son. Al principio se empezaron a verificar, efectivamente, los domicilios fiscales, pero en Estados Unidos, y también era el mismo caso, llegábamos a terrenos baldíos.

“Cuando se pidió información e intercambio con el gobierno estadunidense, las facturas que presentaban las embarcaciones eran falsas, no se acreditaba que el producto había sido adquirido en Estados Unidos o los volúmenes eran distintos, o quisieron presentar facturas que correspondían a compras realizadas en otras fechas y por empresas diferentes, pero se usaban los datos fiscales de esas otras empresas. Y cuando entraban con documentación falsa, cuando se les identificaba, lo que hacen es que se van, se regresan otra vez a mar abierto para que no sean decomisados los combustibles”.

Se ha identificado a un grupo de empresas que tiene el mismo modus operandi; todos los casos están presentados ante la FGR. “Hay uno relevante: entraron –hace como un año– por el puerto de Tuxpan; entregaron siete veces documentos falsos; se presentó la alerta y la embarcación dio la vuelta por el Canal de Panamá para entrar por Lázaro Cárdenas, un puerto que tradicionalmente no se dedica a la entrada de combustibles”.

Llegaron por ese puerto michoacano y “se identificó muy rápido, porque hubo operaciones inusuales de muchas pipas en la zona, entonces se pudo agarrar y entrar, y en plena flagrancia. Están detenidos y en proceso con la FGR”.

Las rebanadas del pastel

Entonces, ¿queda claro por qué muchas empresas se amparan contra la Ley de Hidrocarburos, la de la industria eléctrica o cualquier otra que les impida cometer ilícitos?