Bali. El submarino KRI Nanggala 402, que desapareció esta semana frente a las costas de Bali con 53 hombres a bordo, naufragó, confirmó ayer la marina indonesia tras encontrar en el mar varios restos del sumergible, algunos procedentes del interior, lo que deja pocas esperanzas de encontrar a la tripulación viva.
Rescatistas hallaron varios objetos del aparato, como partes de un alineador de torpedos, una botella de grasa que se cree era usada para engrasar el periscopio y alfombras de oración, informó el jefe de la armada, el almirante Yudo Margono, ante periodistas.
“Con las evidencias auténticas que hemos encontrado y que se cree que pertenecen al submarino, hemos pasado de la fase de submarino desaparecido a la de submarino naufragado”, apuntó al presentar los elementos hallados. Los restos recuperados “no habrían podido salir del submarino sin presión externa o sin daños en su sistema de lanzatorpedos”, precisó.
El jefe militar descartó una explosión al estimar que lo más probable es que el submarino se descompuso por la presión del agua a profundidades superiores a 800 metros, por encima de su límite de resistencia. “Las grietas ocurrieron gradualmente en algunas partes cuando bajó de 300 a 400 metros y luego a 500 metros. Una explosión habría sido escuchada”, aclaró.
El jefe militar Hadi Tjahjanto explicó que la presencia de una mancha de petróleo y escombros cerca del sitio donde el submarino se sumergió eran una prueba clara del naufragio. La armada cree que el submarino se hundió a una profundidad de entre 600 y 700 metros, mucho más que su profundidad de colapso de 200 metros, en cuyo punto la presión del agua sería mayor de lo que podría resistir el casco.
El submarino impulsado por un motor de diésel fue construido hace 44 años en Alemania y estaba en servicio desde 1981. Transportaba a 49 tripulantes y tres artilleros, así como a su comandante, informó el Ministerio de Defensa de Indonesia.
Yudo destacó que los equipos indonesios y de otros países evaluarán las piezas encontradas y confirmó que hasta ahora no se han encontrado cadáveres ni rastro de los pasajeros. Los equipos de rescate enviaron helicópteros y barcos al área donde se perdió el contacto, con la asistencia de Estados Unidos, Australia, Singapur, Malasia e India.
Las autoridades estimaron que el suministro máximo de oxígeno disponible era de 72 horas en caso de que la nave tuviese una falla eléctrica, plazo que se cumplió a primera hora de la mañana de ayer. Si continúa con energía, el oxígeno podría extenderse durante cinco días, lo que deja pocas esperanzas de encontrar vivos a los 53 pasajeros.
La desaparición del KRI Nanggala 402 evoca otras tragedias, como la del sumergible ARA San Juan, de la armada argentina, con 44 tripulantes, que desapareció en 2017 y fue encontrado un año después, así como el grave accidente del nuclear ruso Kursk, con 118 fallecidos y desaparecido el 12 agosto de 2000.